Colectivo Apostasía en Argentina Quiénes integramos el colectivo de Apostasía en Argentina, repudiamos las declaraciones públicas de Héctor Aguer (Arzobispo de La Plata).
Comunicado de prensa POR UN ESTADO LAICO Y UNA CIUDADANÍA PLENA Quiénes integramos el colectivo de Apostasía en Argentina, repudiamos las declaraciones públicas de Héctor Aguer (Arzobispo de La Plata). Sostenemos que la iglesia católica -como tampoco ninguna otra expresión religiosa- debe tener incidencia alguna en cuestiones seculares, de gobierno y de bien común que sean materia de competencia de los órganos del Estado. Extender a toda la comunidad convicciones confesionales, pretendiendo hacerlas obligatorias para el conjunto, es enteramente autoritario y retrogrado, ajeno a la ley y claramente inconstitucional. Atenta contra la libertad de pensamiento y de acción, respecto de cuestiones que son de exclusivo resorte de la decisión individual, por un lado (Art. 19 de la CN) y también contra la decisión de cumplir funciones básicas por parte del Estado, a través del gobierno electo por el pueblo, referidas a la educación y a la salud pública. No es función del Estado inculcar ninguna convicción confesional, por lo que la imputación de "ateo" del manual es por entero intrascendente para su descalificación. En cuanto a considerarlo "marxista", no solo pone en evidencia un supino desconocimiento, sino que a la vez y en todo caso, vuelve a incurrir en discriminación política que está reñida con principios básicos de nuestra Constitución Nacional, ya que ésta prohíbe cualquier tipo de discriminación, y aboga por la completa libertad en el debate de todas las ideas. Estas expresiones de Héctor Aguer vuelven a poner en el centro de la escena del debate, la necesidad de separar de una vez por todas a la iglesia católica, como a cualquier otro tipo de expresión religiosa, del Estado. Así mismo nos manifestamos a favor de la necesidad y la urgencia de trabajar por lo tres ejes propuestos para la implementación de la Ley Nacional de Educación sexual: "la integralidad de la sexualidad humana, la perspectiva de derechos humanos y el cuidado de la salud". Señalamos –además- que dicha Ley es producto de los compromisos internacionales que Argentina ha pactado con otros países integrantes de la ONU y las respectivas agencias que trabajan en educación, género y salud. Consideramos una educación para el amor es -sin discusión- una educación para una sexualidad responsable, respetuosa y por sobre todo, libre. En la actualidad y a nivel internacional, los derechos sexuales y reproductivos son reconocidos como derechos humanos; por tanto impedir que se difunda información y se eduque para el ejercicio de una sexualidad responsable, saludable y libre de culpas religiosas, es una violación de los derechos humanos.- |