Sonia García García /Revista Mujeres / Género con Clase De padre canario, abuelo girones y cubano de nacimiento, Julio César González Pagés coordina la Red Iberoamericana de Masculinidades. Hoy sostiene, en la ciudad de Barcelona, un coloquio con la Xarxa Internacional de Periodistes i Comunicadores, en la ACISI sobre Nuevas Masculinidades.
– ¿Por fin los hombres entran en el debate feminista? –Sí. Los hombres siempre hemos estado a la expectativa, formando parte de la estadística negativa, de los maltratadores, con culpas y con poco compromiso para cambiar. El debate de hoy quiere ayudar a formalizar un nuevo pacto entre hombres y mujeres. – ¿Hay crisis de masculinidad? –Sí. Los hombres siguen muriendo por su comportamiento. Con la Autónoma tenemos un foro para estudiar por qué los hombres se suicidan o matan a sus mujeres cuando pierden el empleo. Por esa causa hay más muertos que en una guerra. – ¿Y qué han descubierto? –Los hombres se socializan a través del deporte, la música y la sexualidad. Todo ello es muy «peliagudo». Somos imitadores y, por ejemplo, algunos ritmos musicales influyen en tribus urbanas para cometer actos vandálicos. La gente no se puede divertir con violencia y muerte. – ¿Por ejemplo? –El reguetón Rompe, de Daddy Yankee, o Mátalas, de Alejandro Fernández. Habría que boicotear estas canciones y hablar con los autores. –Son conductas machistas de los países pobres. –No, aunque forman parte de la identidad inmigrante. En el maltrato o la violencia no hay diferencia entre América Latina y España, solo cambian las circunstancias. – ¿Dónde aprenden los hombres de la sexualidad? -De forma general en los países ricos como los más los pobres con la pornografía. No hay que ser ingenuos la sexualidad no se aprende en el colegio. – ¿Cómo debe ser esa nueva masculinidad? –Solidaria, dialogante, tierna, sensible, sin hegemonías ni fundamentalismos. Debemos desmontar nuestra esencia patriarcal. Tiene que rediseñarse desde el lado del feminismo. – ¿Qué propone? –Si seguimos enseñando guerras, muertes, conquistas y actos heroicos sangrientos, nada cambiará. El reto es acabar con esos mitos culturales. Invito a debatir otro tipo de información en aras de construir una cultura de paz universal. FUENTE: http://www.elperiodico.com |