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Venezuela…Y podemos caer aun mas profundo Imprimir E-mail
Jueves, 15 de Enero de 2009 02:35

José Ramón Merentes de Unión Afirmativa de Venezuela

Las deplorables e indefendibles escenas mostradas en cadena nacional por el Presidente de la Republica, del director de Globovisión en franco contrapunteo de mediocridad y odio con un “periodista” de Ávila TV son simplemente una evidencia más del grado de deterioro ético al que hemos llegado. Y no es poca cosa, el perdernos el respeto mutuo es el último escalón que descendemos antes de la disolución definitiva como proyecto de sociedad.

Que un editor o un director de medio de comunicación se permita usar epítetos como “parguito”, pretendiendo con ello “ofender” y “denigrar” a su interlocutor, demuestra su ignorancia abyecta del mínimo respeto a sectores sociales minoritarios, como, en este caso, varones homosexuales. “Parguito” es un hombre que “no es tan hombre”, que tiene algo inequívocamente “femenino” (y por tanto “inferior”),  su presunta atracción por los de su mismo sexo. Quizás fue lo primero que se le ocurrió a Ravell, al ver que su contertulio no era tan oscuro de piel (¿Le hubiera lanzado en ese caso el consabido “negro de mierda”, por ejemplo?). Pero no, se fijó en un pequeño detalle de su arreglo personal (el “zarcillito”) y de ahí se agarró para vomitarle su infeliz expresión.

Tenemos claridad plena de que pudo haber escogido el director de marras cualquier otra palabreja como “maricón”, ya que sabemos exactamente a que se refería cuando le espetó, en actitud puerilmente burlona, “parguito”. Pretender medirse moralmente ante el otro, habiendo caído en su evidente provocación (llevada a cabo quizás con el fin de visibilizar en el ámbito nacional a este medio de comunicación cuya cobertura se limita a solo algunas zonas de la capital y que obviamente esta manejado más desde el voluntarismo y la parcialidad política que desde la pericia; o sencillamente, por el puro “gusto” de provocar) y recurrir a esta expresión con intención denigratoria, demuestra una vez más que una vez que se ha iniciado el descenso, es muy difícil detener la degradación moral.

Otro elemento mas que preocupante es la declaración tibia, acomodaticia y superficial del Colegio Nacional de Periodistas, en la persona de su Presidente, William Echeverría, que simplemente omite la condena al mensaje homofóbico y de odio transmitido por Ravell y mas bien prefiere referirse a la descalificación personal con base en una afirmación presuntamente “denigratoria” (el señalamiento de la presunta homosexualidad de Carvajalillo, por el uso del zarcillo).

Publicar un remitido en el que apenas se ocupa de la descalificación basada en ese señalamiento, sin calificar el uso de la orientación sexual –una categoría de Derechos Humanos- es simplemente impresentable (“"La utilización de palabras subidas de tono, y más si es en un medio televisivo, tiene consecuencias imprevisibles sobre un país altamente polarizado”). Has ahora, que yo sepa, no se ha producido condena alguna a la actitud homofóbica, de promoción del odio y desprecio hacia la orientación (homo) sexual, de Ravell. Es muy fácil este discurso de odio, cuando sabemos que toda una sociedad es caldo de cultivo, ya por indiferencia, ya por ignorancia, de este tipo de discurso.

Última actualización el Jueves, 15 de Enero de 2009 06:04
 
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