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Miami: verdades de una mentira (1) Imprimir E-mail
Sábado, 19 de Febrero de 2011 01:46

Edificio  del desaparecido diario The Miami News, un símbolo de Miami

Carlos Rivero Collado

La derecha ultra-capitalista y fanática del Imperio que controla el poder de la emigración cubana ha convertido a Miami en una mentira. Digamos, pues, algunas verdades sobre esta mentira.

1-. La campaña de la doble mentira

Hace un año y medio, escribí la serie de doce artículos “Miami y El Sueño ‘Americano”. Algunos buenos amigos me señalaron que la serie era muy larga y los artículos muy extensos y que podían cansar o desinteresar a los lectores; pero parece que éstos no tuvieron el mismo criterio porque la serie contó con 26,640 lecturas y 934 comentarios –sin incluir los que borraron--, o sea un promedio de 2,221 lecturas y 78 comentarios por artículo.

Por el interés general que despertaron aquellos escritos, he creído útil repetir algunos de los temas que abordé entonces, a partir del tercer acápite de este artículo, ahora que el Imperio y sus Estados-clientes, y sirvientes, arrecian la que pudiéramos llamar la campaña de las dos mentiras, porque miente por partida doble al exponer el “triunfo” de Miami y el “fracaso” de Cuba.

No creo estar capacitado para escribir sobre la situación interna de mi patria, ya que he vivido en el extranjero desde octubre de 1977, o sea hace más de 33 años, aunque leo a diario en su prensa las informaciones sobre los más diversos temas y estoy muy al tanto de la justa y brillante actuación de nuestro pueblo en el escenario internacional, que ha convertido a Cuba en una nación heroica, admirada por todos los pueblos del mundo, incluyendo el estadounidense y, también, por la mayoría de los propios cubanos que, asimismo, vive en el extranjero.

A Miami sí lo conozco… más de lo que hubiera querido conocerlo. En esta serie nueva de escritos nada viejos, no me voy a referir a la gran mayoría de los cubanos radicada en esta ciudad que no mantiene una posición política definida, sino a esa exigua minoría de grupúsculos reaccionarios y ultra-imperialistas que son los que le han dado a Miami su mala fama porque al tener todos los recursos del poder y su divulgación, o sea la prensa, dan la impresión de que representan a la mayoría de los emigrados cuando, en rigor, es todo lo contrario porque el llamado exilio cubano no está integrado ni por el 3% de los emigrados.

La reacción ha convertido a Miami en una mentira. Digamos, pues, algunas verdades sobre esta mentira.

2-. De mal en peor

En este año y medio, Miami ha seguido siendo lo mismo o aun peor. Los escándalos médicos han proseguido, manteniendo a esta ciudad como la capital mundial del fraude médico.

El alcalde del condado Miami-Dade pudiera ser destituido por voluntad popular debido a los errores que cometió, como señalé oportunamente en aquellos artículos, y el alcalde de la ciudad está en plena batalla campal contra el jefe de la policía por una serie de conflictos, sobre todo las muertes de siete ciudadanos negros que aún no se han aclarado debidamente.

El nuevo senador federal con base en esta ciudad, el trigueño Marco Rubio –hasta en su nombre hay engaño--, es aun más reaccionario que Bob Menéndez y que un “Peter Pan” que fue senador hasta hace poco y cuyo nombre no recuerdo, al extremo de que pertenece nada menos que a ese eructo del Paleolítico al que llaman Tea Party y que en el reciente discurso que el presidente Obama hiciera ante el Congreso la única mirada de odio que recogieron las cámaras de televisión fue la de él.

El nivel educacional ha caído aun más; el desempleo ya no es el 12%, sino el 13%; las condiciones laborales han empeorado; otras decenas de miles de personas han perdido sus hogares; la drogadicción es mucho mayor; las cárceles y prisiones están abarrotadas y no hay dinero para construir ni administrar nuevas, y ya se está hablando de privatizar las prisiones, o sea convertir al preso no en un castigado por la sociedad, sino en un explotado por el capital; y en las calles y los hotelitos SROSingle Room Occupancy o sea de cuartuchos individuales-- hay muchos más desamparados que antes.

Ahora vemos que la prensa de Miami publicó antier dos noticias que nos dan la medida del desprecio que el gobierno de la Florida tiene por los trabajadores, las familias, los enfermos mentales y los niños (recordemos que en este Estado vive más del 70% de los cubanos emigrados)

Según la primera información, la Florida ocupa el lugar 47 entre los 50 Estados del país en beneficios de desempleo, de acuerdo a un informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Además, tiene uno de los promedios más bajos de trabajadores desempleados que cobran beneficios de desempleo --22%--, que lo sitúa en el lugar 49, o sea en el penúltimo del país. El promedio nacional es del 32%.

La situación se agrava aun más porque el gobernador Rick Scott –muy admirado por la derecha de Miami--, con el apoyo de la mayoría republicana en el Congreso estatal, va a reducir los pagos de desempleo de 26 a 20 semanas. Ningún otro Estado ha limitado tanto esos beneficios.

El líder de la Cámara estatal, Carlos López-Contreras –republicano de Miami--, declaró que la medida “es un alivio para los negocios”, o sea lo que importa son los dueños de negocios, no los trabajadores: los explotadores, no los explotados.

La segunda grave noticia se refiere a que el gobernador Scott anunció que se va a reducir en 280 millones de dólares al año el presupuesto del Departamento de Niños y Familias (DCF: Department of Children and Families) y se le va a despedir a unos 1,850 empleados.

Asimismo, anunció la privatización de tres hospitales para enfermos mentales, despidiendo a 1,200 de sus empleados. El DCF es el departamento que ayuda a personas de hogares fracasados, niños abusados y víctimas de otros conflictos sociales que se agravan por la crisis económica.

Mientras esto sucede, el Imperio sigue gastando cientos de miles de millones de dólares al año en las guerras del Oriente Medio, y aquí en Miami se está terminando la construcción de un stadium para el feroz deporte de los cascos y las hombreras que ha costado cientos de millones de dólares, mientras aumenta el número de personas que vive en la calle.

A nivel nacional e internacional, las guerras del Oriente Medio prosiguen –mientras haya en Iraq un solo atentado terrorista, la guerra continúa porque esos atentados son contra la invasión extranjera--; la crisis económica se mantiene; el desempleo ha crecido; la Cámara de Representantes, dominada ahora por los republicanos, ha rechazado la limitada reforma al plan de salud del presidente Obama –EU es el único país del mundo supuestamente civilizado que carece de un sistema nacional de salud--, el crimen ha llegado a límites alarmantes; se están agotando los fondos del Seguro Social; la educación primaria y secundaria sigue siendo en extremo deficiente, y se cree que haya más de dos millones y medio de desamparados.

Veamos, entonces, algo de lo que escribí en aquella serie de artículos de hace un año y medio:

3-. Este Miami que taaaanto ha triunfado…

Desde hace mucho tiempo se ha dicho que los cubanos de Miami han triunfado en los mismos años en que Cuba “se ha ido empobreciendo”. Para alimentar ese mito los periódicos de Miami publican casi todos los días fotos de las peores zonas de La Habana, una ciudad que tiene casi 500 años y muchos de cuyos edificios fueron construidos en los siglos 17, 18 y hasta en el 16. Siempre son las mismas fotos de los mismos edificios semi-destruidos o de las mismas calles revueltas y sucias. Nunca ponen fotos de otras zonas ni de las capitales de provincia ni del área de La Rampa ni de la Plaza de la Revolución ni de Miramar ni nada de eso. Sólo la de los famosos edificios ruinosos. Jamás publican fotos de los miles y miles de estudiantes que entran y salen de las universidades, ni de los pioneros, ni de los médicos heroicos que salen del país a zonas remotas para atender a los enfermos pobres, ni de las reuniones de las organizaciones de masas ni de Santiago de Cuba, por ejemplo. Hace más de treinta años que no veo una sola foto de Santiago de Cuba ni La Gran Piedra ni Viñales ni Soroa ni Siboney ni Varadero ni el Parque Lenin ni el Zoológico ni el Mariel ni el Escambray. ¿Existirán todavía?

¿Es cierto que el sistema político-económico de Cuba ha fracasado?

En primer lugar, habría que hace otras preguntas: ¿Qué son el fracaso y el triunfo? ¿Qué debe ser para el ser humano lo prioritario: el valor de lo externo, las cosas, o el valor de lo interno, las ideas, o lo que pudiera decirse también como la esencia y la conciencia de la persona humana?

Muchos ponen como primer logro del “sueño ‘americano” el tener casa propia, o sea para ellos el mundo de los ladrillos vale más que el mundo de las ideas, sobre todo porque las únicas ideas que tienen son las de comprar ladrillos.

Lo otro que priorizan los que sólo piensan en las cosas –que se parecen a los “cosistas” de la literatura moderna—son el tener un empleo seguro, atención médica, una buena educación para los hijos y, por supuesto, comida. Lo demás, para ese “sueño”, es secundario, como, por ejemplo, leer Los Miserables, formar una brigada para construir casas y apartamentos para la colectividad, enseñar a leer y escribir a quien no sepa, aprender otro idioma, ayudar a los desamparados, estudiar una doctrina política --sea la que fuese--, seguir los preceptos de Jesús, no de las iglesias siempre anti-jesusistas, sembrar un árbol, no contaminar la atmósfera y otras cuestiones. Veamos esto por separado:

4-. ¿Casa propia?

Millones de personas perdieron sus casas en Estados Unidos, sobre todo en el sur de la Florida, a partir del comienzo de esta crisis económica (nota: que hoy, en el 2,011, es peor que cuando comenzó en el 2,008), porque creyeron que ellos eran los dueños y lo único que tenían, a lo sumo, era la mitad de una pared, un pedazo del techo, los huecos de las ventanas y los aparatos del baño. Lo demás era del banco y, al no pagarle la letra mensual, perdieron, además de las dos paredes y el pedazo de techo, el lavabo, la bañadera y las ventanas con su marco y todo.

La gran mayoría de las personas, sin embargo, ha mantenido sus casas. ¿Mantenido? El excesivo aumento de los impuestos sobre los bienes inmuebles es tal que aunque el propietario le haya pagado la casa al banco, o la haya adquirido de contado, nunca es, realmente, suya porque tiene que pagar impuestos anuales que muchas veces sobrepasan los diez, doce, quince, veinte mil dólares o más, o sea que aun en las casas modestas –no me refiero a las que son casi bohíos, de las que hay muchas por ahí--el impuesto representa unos mil dólares mensuales que es, más o menos, lo que se paga de alquiler por una casa parecida. Y si no tiene dinero para pagar los impuestos tiene que hipotecar su casa por lo que la propiedad pasa, otra vez, en parte, a manos del banco y el propietario termina adonde empezó, siendo esclavo de las deudas … eso es en el supuesto caso que no haya perdido su empleo porque si lo perdió y no puede conseguir otro, lo más probable es que pierda también a su mujer y sus hijos y tenga que vivir bajo el puente, al igual que millones de personas en este país que hasta hace unos años eran dueños de casas y coches y tenían una familia … o al menos ellos creían que era familia.

¿Y adónde va el dinero de todos esos impuestos? ¿A ayudar a los que más lo necesitan? Por supuesto que no, va a las múltiples guerras interminables y a rescatar las finanzas de los grandes explotadores, o sea los que menos lo necesitan, para que sigan explotando.

5-. La instrucción

¿Educación para los hijos? ¡Ja! Háblese con cualquier muchacho que haya terminado la segunda enseñanza, o high school, para que se vea la ‘calidad’ de la instrucción en este país. Hay excepciones, por supuesto, las de aquellos jóvenes que sus padres les inculcaron el amor a la cultura y los obligaron a leer enciclopedias y buenos libros, y hoy a instruirse con la internet, pero ésos no son ni el 5%. Pregúntesele al 95% de los graduados de high school, por ejemplo: In what continent is Greece? --¿En que continente está Grecia?—y es muy probable que el joven, a su vez, pregunte: Continent? Greece? Whata’halla is that? (What in the hell is that?);--¿Continente? ¿Grecia? ¿Y eso qué diablo es?

El “United States Illiterate Digest” –Compendio sobre Analfabetismo en Estados Unidos-- informa que Miami es la ciudad con mayor proporción de analfabetismo en Estados Unidos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que se refiere a analfabetismo en el idioma inglés y que aquí la mayoría de las personas es oriunda de los países de Hispanoamérica, pero eso da la medida del poco interés que tienen muchos en Miami en aprender el idioma del país en que viven. En muchos casos, también, sobre todo de las personas que vienen de zonas remotas de los países más pobres del continente, no saben leer ni escribir en español. Sea lo que fuese, considero que una persona que sepa leer y escribir en su propio idioma tiene que ser muy tonta para negarse a aprender el idioma del país en que vive y eso es parte del bajísimo nivel cultural de Miami.

Una vez dije y ahora repito que en Miami es más fácil ver a Atila montando a caballo que a alguien leyendo un libro, y el que no lo crea que venga y se dé una vuelta por ahí.

De acuerdo, otra vez, al Illiterate Digest, Miami tiene el 63% de analfabetismo; el este de Los Angeles, el 57%; el este de San Luis, el 56%; Compton, California, el 55% y Newark, New Jersey el 52%

Sin embargo, aquí los órganos de información masiva hablan de Miami como si fuese la Atenas de Norteamérica. Muchos de los que hacen esas crónicas no saben tampoco en qué continente está Grecia porque han estudiado aquí.

6-. El empleo

Miami y la Florida tienen uno de los más altos índices de desempleo de Estados Unidos, el 13 y 12% respectivamente, y los salarios de esta ciudad, como promedio, son los más bajos del país. En todo el mundo la gran mayoría de los trabajadores pertenece a sindicatos. Hoy hay en Estados Unidos unos 160 millones de trabajadores, pero sólo 15 millones pertenecen a la AFL-CIO y dos millones a otras uniones, o sea 17 millones, que viene a ser el 10.6% de todos los trabajadores del país, o sea que unos 143 millones de trabajadores no están protegidos por sindicatos, el 89.4% de toda la fuerza laboral del país.

Este es, quizás, el único país del mundo en que un empleador puede despedir a un empleado sin ningún motivo y muchas veces se ha hecho con empleados que llevan 10, 15, 20 años o más en una misma empresa. Estados Unidos es, quizás, el país más atrasado del mundo en derechos laborales y el sur de la Florida presenta un cuadro laboral aun peor que el resto del país.

7-. Hambre en Miami

Cuando uno va a estos supermercados tan bien surtidos que sólo están al alcance de quienes puedan afrontar el excesivo aumento de sus precios, se encuentra muchas veces a unos viejitos que caminan muy despacio o con ayuda de bastones o burritos, o en silla de ruedas, que compran comidas enlatadas para perros y gatos… pero no tienen gatos ni perros.

En diciembre del 2,008 se celebró aquí en Miami la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos (The US Conference of Mayors). Su informe final, conocido como 2008 Hunger and Homlessness Survey Results (Resultados sobre el Hambre y el Desamparo en el 2008) revela que, del 2007 al 2008, creció en un 12% el número de familias sin vivienda y con hambre en las 63 ciudades más pobladas del país. En el propio informe se revela que el 59% de los nuevos reclamos de alimentos proviene de familias con hijos. Se cree que en Miami el número de personas desamparadas y con hambre aumentó en un 15%, del 2007 al 2008, o sea un 3% más que el promedio nacional.

Circle of Life Resource Center (Centro de Recursos ‘Círculo de Vida’), una organización no-lucrativa –non-profit organization—informa que en el condado Miami-Dade unas 400,000 personas viven en la miseria, entre ellas 140,000 niños, o sea la cuarta parte de la población.

Veamos lo que sobre el hambre en Miami escribió en The Miami Herald, a fines de mayo del 2,008, Daniel Shoer Roth, un judío del que imagino que no debe tener nada de sionista, en un artículo que merece un aplauso, “Los príncipes de Miami” en el que comenzaba diciendo:

--El Condado Miami-Dade está gobernado por 13 comisionados. Sin embargo, a veces da la impresión de que en vez de servidores públicos, son miembros de una monarquía absolutista. No importa cuán hambriento esté el pueblo, en la Casa Real --la Comisión--, el caudal de fortunas para derrochar es inagotable.

El 23 de julio del propio año, Roth escribió “Hambre en Miami”(nota: un artículo que tiene en el 2,011 más actualidad que hace casi tres años porque los hambrientos son muchos más, ya que el agravamiento de la crisis económica y el aumento del desempleo comenzó dos meses después del artículo) Este escrito, naturalmente, fue muy criticado por la extrema derecha que conforma el 100% de la dirigencia “exiliada”. Aunque ya ha sido divulgado en numerosos sitios de la red, vale la pena ahora repetir algunos de sus párrafos que parecen escritos hoy mismo, no entonces:

--Es absurdo que haya tanta miseria en el sur de la Florida, donde se gastan millones de dólares para promover la imagen cosmopolita ante el mundo, radica el código postal con la mayor concentración de riqueza del país y hay fondos para centro de arte y obras capitales.

--El banco de comida “Daily Bread” estima que hay unas 800,000 personas con necesidades de alimentos en los cuatro condados (del sureste de la Florida, desde West Palm Beach a Key West)

--Cuando hay hambre, baja la productividad, porque las personas dejan de ir al trabajo y se enferman más.

--“En 17 años, jamás había visto una escasez de comida como ésta”, señaló Patricia Robbins, la fundadora de Farm Share, en Homestead.

--Todos los sábados, durante los dos últimos años, Amparo Valencia, madre soltera de dos, va a la iglesia “Amor y Fe” en West Miami, adonde hay un almacen de autoservicio de alimentos básicos. Antes acostumbraba a salir con varias bolsas, la semana pasada salió sólo con una. “Ahora uno va y si hay una cosa no hay la otra”, expresó Valencia, de 43 años, quien emigró de Colombia hace doce años pensando que en Miami no pasaría hambre.

--“Ojalá que la gente que tiene se acuerde de las personas que necesitamos” –exhorto Valencia--. “Estamos carentes de todo” (hasta aquí extractos de aquel sensible escrito del joven Roth).

En los próximos artículos veremos otras facetas de Miami: algunas las publiqué en aquella serie, otras son nuevas ☼

 

 
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