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Texto íntegro del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2010, elaborado por el Gobierno de China Imprimir E-mail
Miércoles, 13 de Abril de 2011 21:17

Xinhua (enviado por Nikolas Stolpkin)
A continuación presentamos el texto íntegro del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2010, publicado hoy domingo en Beijing por la Oficina de Información del Consejo de Estado (gabinete de China)...

El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó el 8 de abril de 2011 su Informe Anual por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2010. Tal y como en años anteriores, el informe rebosa de acusaciones sobre la situación de los derechos humanos en más de 190 países y regiones del mundo, incluida China, pero ignora intencionalmente o apenas menciona la mala situación de los derechos humanos de su propio país.

El Registro de los Derechos Humanos de EEUU en 2010 tiene como objetivo ayudar a que los pueblos de todo el mundo logren entender mejor la verdadera situación de los derechos humanos en EEUU y exigir a ese país que afronte sus propios asuntos de derechos humanos.

I. Sobre la vida, la propiedad y la seguridad personal
Estados Unidos es el país que sufre los crímenes más graves en todo el mundo, y la vida, propiedad y seguridad personal de sus habitantes no están garantizadas.

Cada año, una de cada cinco personas es víctima de un crimen en EEUU (10 Facts About Crime in the United States that Will Blow Your Mind, Beforeitsnews.com), la tasa más alta del Planeta. En 2009, los residentes estadounidenses mayores de 12 años sufrieron un total estimado de 4,3 millones de crímenes violentos, 15,6 millones de delitos de propiedad así como 133.000 robos personales, con lo que la cifra de víctimas por 1.000 personas fue de 17,1, de acuerdo con un informe dado a conocer por el Departamento de Justicia de EEUU el 13 de octubre de 2010 (Criminal Victimization 2009, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, www.ojp.usdoj.gov).

La incidencia de delitos se disparó en muchas ciudades de EEUU, como por ejemplo en St. Louis, en el estado de Missouri, donde se perpetraron 2.070 crímenes violentos por 100.000 residentes, convirtiéndola en la ciudad más peligrosa del país (St. Louis Tops List of Most Dangerous US Cities, the Associated Press, el 22 de noviembre de 2010, citando a un estudio de CQ Press divulgado el 21 de noviembre de 2010). A su vez, los residentes de Detroit, en el estado de Michigan, son víctimas de más de 15.000 crímenes violentos al año, lo cual significa que la ciudad registra 1.600 crímenes violentos por cada 100.000 residentes.

Las cuatro mayores ciudades de EEUU, Philadelphia, Chicago, Los Angeles y Nueva York, registraron un incremento de asesinatos en 2010 en comparación con el año anterior (USA Today, 5 de diciembre de 2010). Durante la semana del 29 de marzo al 4 de abril se cometieron 25 homicidios en el condado de Los Ángeles y en la primera mitad de 2010 un total de 373 fueron asesinadas en ese mismo lugar (www.lapdonline.org). Desde el 11 de noviembre de 2010, la ciudad de Nueva York registró un aumento de doble dígito de la tasa de homicidios, con un total de 464 casos, una subida del 16 por ciento frente a los 400 reportados durante el mismo periodo del año anterior (The Washington Post, el 12 de noviembre de 2010).

El control de EEUU sobre la ya desenfrenada posesión de armas en el país fue laxo. La agencia Reuters informó el 10 de noviembre de 2010 que EEUU es el país que más armas particulares posee. Aproximadamente 90 millones de personas poseen unos 200 millones de armas en EEUU, país cuya población es de unos 300 millones de habitantes. Con cuatro votos a favor y uno en contra, el Tribunal Supremo de EEUU dictaminó el 28 de junio de 2010 que la segunda enmienda a la Constitución de ese país autoriza a los ciudadanos estadonuidenses a poseer armas, derecho que no puede ser violado por los gobiernos estatal o local, ampliando de esta manera el permiso de posesión de armas para la defensa personal al país entero (The Washington Post, 29 de junio de 2010).

Los bares de los cuatro estados de Tennessee, Arizona, Georgia y Virginia admiten a clientes con armas cargadas mientras que otros 18 estados de EEUU permiten llevar armas a los clientes de restaurantes que sirven alcohol (The New York Times, 3 de octumbre de 2010). En Tennessee hay casi 300.000 titulares de permisos de revólveres. El 7 de junio de 2010, el periódico The Washington Times informó que en noviembre de 2008 adquirieron armas de fuego un total de 450.000 personas más que durante el mismo mes del año 2007, lo que representa un incremento 10 veces mayor a la diferencia registrada entre noviembre de 2006 y el mismo mes de 2007. A su vez, entre noviembre de 2008 y octubre de 2009 compraron armas casi 2,5 millones de personas más que durante los 12 meses precedentes (The Washington Times, 7 de junio de 2010).

Los frecuentes tiroteos ocurridos en las universidades estadounidenses han llamado la atención de la opinión pública en los últimos años. El diario británico Daily Telegraph informó en su edición del 21 de febrero de 2011 de que el estado de Texas adoptará una nueva ley que permitirá a 500.000 estudiantes y profesores de 38 universidades públicas locales entrar en los campus con armas. El estado de Utah ya cuenta con una legislación similar en vigor.

Estados Unidos registró un marcado incremento de delitos relacionados con armas de fuego. Las estadísticas demuestran que en ese país hubo 12.000 homicidios causados por armas al año (The New York Times, 26 de septiembre de 2010). Segun cifras publicadas por el Departamento de Justicia de EEUU el 13 de octubre de 2010, el año anterior el 22 por ciento del total de crímenes violentos empleó armas de fuego en ese país, mientras que un 47 por ciento de robos también se cometió con el uso de armas (www.ojp.usdoj.gov, 13 de octubre de 2010). El 30 de marzo de 2010, cinco hombres asesinaron a cuatro personas e hirieron a otras cinco en un tiroteo efectuado desde un coche (The Washington Post, 27 de abril de 2010) mientras que en abril se produjeron seis tiroteos separados que dejaron un total de 16 víctimas, dos de ellas mortales (www.myfoxchicago.com). El 3 de abril sucedió otro tiroteo mortal en un restaurante del norte de Hollywood, en los Ángeles, que dejó un total de cuatro muertos y otros dos heridos (www.nbclosangeles.com, 4 de abril de 2010).

Por lo menos una persona pereció y otras 21 resultaron heridas en tiroteos independientes en Chicago entre las fechas aproximadas del 29 y el 30 de mayo (www.chicagobreakingnews.com, 30 de mayo de 2010). En junio del mismo año, un total de 52 personas fueron acribilladas en un fin de semana en Chicago (www.huffingtonpost.com, 21 de junio de 2010). Entre mayo y julio tres agentes de la policía perecieron por balas a manos de asaltantes (Chicago Tribune, 19 de julio de 2010). En todo el mes de julio fueron tiroteadas en Chicago 303 personas, de las cuales 33 fallecieron. Entre el 5 y el 8 de noviembre, cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas en dos tiroteos separados en Oakland, en el estado de California (World Journal, 11 de noviembre de 2010). El 30 de noviembre de 2010 un adolescente de 15 años tomó como rehenes a su profesora y a 24 compañeros de clase a punta de pistola en el condado de Marinette, estado de Wisconsin (abcNews, 30 de noviembre de 2010). El día 8 de enero de este año la miembro de la Cámara de Representantes de EEUU Gabrielle Giffords resultó herida de gravedad por disparos en Tucson, estado de Arizona. Además, el crimen causó la muerte de seis personas e hirió a otras 12 (Los Angeles Times, 9 de enero de 2011).


II. Sobre los Derechos Civiles y Políticos
El gobierno de Estados Unidos comete graves violaciones de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos.
La privacidad de los individuos se ha visto socavada. Según las cifras difundidas en septiembre de 2010 por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés), más de 6.600 viajeros fueron sometidos a registros mediante dispositivos electrónicos entre el 1 de octubre de 2008 y el 2 de junio de 2010. Prácticamente la mitad de ellos eran ciudadanos estadounidenses. El 7 de septiembre de 2010, el periódico Wall Street Journal informó de que el Departamento de Seguridad Interna (DHS, siglas en inglés) había sido denunciado por aplicar políticas que permiten la inspección e incautación de ordenadores portátiles, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos sin necesidad de que exista ninguna sospecha razonable de delito. Estas políticas no ponen límite al tiempo por el que el departamento puede retener las pertenencias de los viajeros ni al tipo de información privada que puede ser analizada, copiada o retenida. Tampoco existe provisión alguna sobre la aprobación o la supervisión judicial.

Cuando el periodista colombiano Hollman Morris solicitó el 17 de julio de 2010 un visado de estudiante para ingresar en la Universidad de Harvard con una beca de investigación, las autoridades competentes se lo denegaron recurriendo al argumento de que era inelegible bajo la sección de "actividades terroristas" del Acta Patriótica. Un estadounidense de origen árabe llamado Yasir Afifi, residente de California, descubrió que el FBI había colocado un dispositivo GPS cerca de la rueda trasera derecha de su vehículo. En agosto de 2010, la ACLU, la Asian Law Caucus y el semanario San Francisco Bay Guardian presentaron una demanda para exigir que se difundieran los documentos del FBI relacionados con la investigación y vigilancia de las comunidades musulmanas de la zona. La oficina del FBI de San Francisco se negó a comentar el asunto arguyendo que la investigación "todavía estaba en curso" (The Washington Post, 13 de octubre de 2010). En octubre de 2010, la Administración de Seguridad en el Transporte de EEUU elevó los niveles de seguridad en los aeropuertos estadounidenses, requiriendo que los pasajeros pasen por escáneres de cuerpo entero y argumentando que los pasajeros no pueden negarse a ello basándose en sus creencias religiosas. Los grupos de libertades civiles respondieron diciendo que los chequeos de seguridad intensivos van en contra de las libertades civiles como la libertad religiosa, el derecho a la privacidad y la protección constitucional contra los registros irrazonables (AP, 16 de noviembre de 2010).

La ACLU y la Asociación de Viajes de EEUU han recibido miles de reclamaciones contra las medidades de seguridad en los aeropuertos (The Christian Science Monitor, el 20 de noviembre de 2010).

El abuso de la violencia y el recurso a la tortura para obtener confesiones de los sospechosos son prácticas comunes entre los miembros de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos. Según una noticia publicada el 14 de octubre de 2010 por Associated Press, el Departamento de Policía de Nueva York (NYDP, siglas en inglés) pagó alrededor de 964 millones de dólares para resolver reclamaciones sobre la conducta de sus agentes. En uno de los casos, un hombre desarmado murió en el día de su boda durante un tiroteo en el que la policía utilizó 50 balas. Los tres agentes implicados fueron absueltos de los cargos de homicidio y el NYDP resolvió el caso pagándole una cierta cantidad de dinero a la prometida y los amigos de la víctima a modo de compensación (China Press, 15 de octubre de 2010).

Estados Unidos alardea de su "justicia judicial".¿Acaso se ha hecho justicia en los casos de estas víctimas? En junio de 2010, un jurado federal declaró al ex teniente de policía de Chicago Jon Burge culpable de perjurio y obstrucción a la justicia. Tanto Burge como los agentes a sus órdenes aplicaron descargas eléctricas, sofocaron y quemaron a sospechosos para hacerles confesar en las décadas de 1970 y 1980 (The Boston Globe, 2 de noviembre de 2010). El Chicago Tribune informó el 12 de mayo de 2010 de que la policía de Chicago había sido acusada de llevar a cabo detenciones sin tener órdenes de arresto y encadenar a los detenidos a paredes o bancos de metal, dejarlos sin comer, prohibirles ir al baño y no proporcionarles un lugar en el que dormir, una forma "suave" de tortura cuyo objetivo era obtener confesiones involuntarias.

El 22 de marzo, un hombre sin techo fue abatido a tiros por un agente de policía en Portland, en el estado de Oregon (China Press, 1 de abril de 2010). Además, un agente de policía de Westminster (Colorado) que se encontraba fuera de servicio fue arrestado bajo sospechas de haber secuestrado y violado a una mujer el 3 de abril con un agente penitenciario como supuesto cómplice (Los Angeles Times, 6 de abril de 2010). El 17 de abril, un agente patrullero especializado en bandas criminales golpeó y agredió verbalmente a un sospechoso (Seattle Post-Intelligencer, 10 de mayo de 2010). El 24 de marzo, Chad Holley, de 15 años de edad, fue golpeado brutalmente por ocho agentes de policía en Houston. El adolescente aseguró que los policías le propinaron puñetazos en la cara y le dieron rodillazos en la espalda mientras se encontraba tendido en el suelo boca abajo. Tras una investigación de dos meses, cuatro de los agentes fueron acusados y despedidos (Houston Chronicle, 4 de mayo y 23 de junio de 2010). El 11 de agosto, tres personas resultaron heridas en un tiroteo mientras la policía perseguía a los ladrones de una furgoneta en el condado Prince George, en el estado de Maryland. Los familiares de los tres heridos criticaron a la policía por haber disparado contra la furgoneta antes de que sus ocupantes hubieran realizado ningún disparo (Washington Post, 14 de agosto de 2010). El 5 de septiembre de 2010, un agente de Los Angeles abatió a tiros al inmigrante guatemala Manuel Jamines.

El incidente desencadenó una manifestación dos días después. Durante la protesta, la policía se enfrentó a los manifestantes y arrestó a 22 de ellos (Sing Tao Daily citando al New York Times, 8 de septiembre de 2010). El 5 de noviembre de 2010 se organizó una gran manifestación en Oakland para protestar contra un veredicto de un tribunal de Los Angeles en el que se condenaba al agente Johannes Mehserle a tan sólo dos años de cárcel por haber abatido a tiros a un estadounidense de origen africano llamado Oscar Grant dos años atrás mientras éste se encontraba desarmado. La policía arrestó a más de 150 personas durante la protesta (San Francisco Chronicle, 9 de noviembre de 2010).

Estados Unidos, que siempre se ha proclamado como "la tierra de la libertad", cuenta sin embargo con el mayor número de presos del mundo. Según un informe sobre el Proyecto de Desempeño de la Seguridad Pública en los Estados publicado en 2008 por el Pew Center, uno de cada cien adultos del país están cumpliendo condena en la cárcel. En 1970, la proporción era de uno de cada 400. En 2011, las cárceles de Estados Unidos tendrán más de 1,7 millones de presos, con un aumento del 13 por ciento en comparación con 2006. Este dramático incremento llevará a una situación de hacinamiento en las prisiones. Las cárceles de California alojan a 164.000 presos, una cifra que dobla la capacidad para la que fueron construidas (The Wall Street Journal, 1 de diciembre de 2010).

En New Beginnings, un centro correccional de Washington en el que ingresan los peores delincuentes juveniles, sólo hay 60 camas para los 550 jóvenes que fueron condenados en 2009 por los crímenes más violentos. Muchos de ellos volverían a delinquir si no recibieran la atención adecuada o podrían ser víctimas de crímenes violentos (The Washington Post, 28 de agosto de 2010). El malestar provocado por las malas condiciones y la gestión inadecuada de las prisiones se manifiesta a menudo en incidentes. El Chicago Tribune informó el 18 de julio de 2010 de que más de 20 ex presos del condado de Cook (Illinois) denunciaron que fueron esposados o encadenados mientras realizaban trabajo forzoso, lo que les causó graves daños físicos y psicológicos. El 19 de octubre de 2010, al menos 129 presos participaron en una revuelta en la Prisión Estatal de Calipatria (California), un incidente que terminó con un balance de dos muertos y al menos una docena de heridos (China Press, 20 de octubre de 2010). En noviembre, AP difundió un vídeo en el que mostraba a un preso siendo golpeado por otro en una prisión de Idaho. El agredido consiguió pedir ayuda a través de la ventana de un puesto de guardia, pero los agentes hicieron caso omiso de sus súplicas y no intervinieron hasta que el preso quedó insconsciente. La prisión recibió el apodo de "escuela de gladiadores" (China Press, 2 de noviembre de 2010).

Las condenas injustas son frecuentas en Estados Unidos. En las últimas dos décadas, un total de 266 personas han sido absueltas gracias a pruebas de ADN. Un total de 17 de ellas se encontraban ya en el corredor de la muerte (Chicago Tribune, 11 de julio de 2010). El Washington Post publicó el 23 de abril de 2010 que la policía de Washington admitió que 41 cargos presentados contra un chico de 14 años de edad, entre ellos cuatro de asesinato en primer grado, eran falsos. El adolescente nunca se declaró culpable. La policía del condado de Will (Illinois), torturó a Kevin Fox para que confesara haber matado a su hija de tres años. Fox pasó ocho meses en la cárcel antes de que las pruebas de ADN demostraran su inocencia. En Zion, en el mismo estado, la policía obligó a Jerry Hobbs a declararse culpable del asesinato de su hija de ocho años. Hobbs pasó cinco años en la cárcel antes de ser absuelto. Barry Gibbs tuvo que cumplir 19 años de condena por haber asesinado supuestamente a una prostituta en 1986. La sentencia fue anulada en junio de 2010 y Gibbs recibió una compensación de 9,9 millones de dólares del gobierno de la ciudad de Nueva York (The New York Times, 4 de junio de 2010).

Estados Unidos presume de ser el bastión de la democracia. Sin embargo, esa democracia se basa en gran parte en el dinero. Según lo publicado por el Washington Post en su edición del 26 de octubre de 2010, los candidatos al Congreso y el Senado batieron el récord de recaudación de fondos para las elecciones de medio término al reunir más de 1.500 millones de dólares hasta el 24 de octubre. Las elecciones, celebradas en noviembre de 2010, costaron 3.980 millones de dólares, convirtiéndose así en las más caras de la historia de Estados Unidos. Los grupos de interés invirtieron grandes cantidades de dinero en los comicios. Los 80 millones de dólares gastados por grupos no pertenecientes ni al Partido Demócrata ni al Partido Republicano hasta el 6 de octubre, superaron con creces los 16 millones de dólares invertidos en las elecciones de medio mandato de 2006.

Uno de los grupos que más gastó fue el American Future Fund de Iowa, que invirtió siete millones de dólares para apoyar a los republicanos en más de dos docenas de carreras electorales en el Congreso y el Senado. Otro de los principales actores, la 60 Plus Association, gastó siete millones de dólares en anuncios relacionados con las elecciones. La Federación Americana de Empleados de Estados, Condados y Municipios gastó 103,9 millones de dólares en campañas entre el 22 y el 27 de octubre de 2010 (The New York Times, 1 de noviembre de 2010). Los ciudadanos estadounidenses han expresado su descontento sobre los enormes costes de las elecciones. Una encuesta realizada por el New York Times y la CBS mostró que casi 8 de cada 10 estadounidenses considera necesario limitar los gastos de las campañas electorales (The New York Times, 22 de octubre de 2010).

Estados Unidos aboga por la libertad en internet, pero al mismo tiempo impone estrictas restricciones sobre el ciberespacio. El 24 de junio de 2010, el Comité de Seguridad Interna y Asuntos Gubernamentales del Senado aprobó el Acta de Protección de Internet como un Activo Estatal, que concede al gobierno federal un "poder absoluto" para cerrar internet bajo el pretexto de una emergencia nacional. Otorgar al gobierno el poder de controlar internet sólo es el primer paso hacia un ciberespacio enormemente restringido en el que sólo podrán operar una página web aquellos que facilite un documento de identidad válido y obtengan el permiso de las autoridades (Prisonplanet.com, 25 de junio de 2010).

Estados Unidos aplica un doble estándar pidiendo un internet totalmente libre en otros países, lo que se ha convertido en una importante herramienta diplomática para ejercer presión y buscar la hegemonía, y a la vez imponiendo estrictas restricciones en su propio territorio. Un artículo publicado el 16 de febrero de 2011 en la página web de BBC Mundo señala que el gobierno de Estados Unidos quiere incentivar la libertad en internet para dar voz a los ciudadanos de sociedades que considera "cerradas" y cuestiona los controles que esos gobiernos imponenen al flujo de información, aunque en casa trata de establecer un cerco legal para lidiar con el desafío que representa Wikileaks y sus filtraciones. "Fronteras adentro quizá el gobierno estadounidense sea sensible al impacto de libre flujo de información electrónica por el que aboga, pero hacia fuera quiere ejercer la diplomacia por otros medios, los de internet, y en particular las redes sociales", dice el artículo. La página web de la revista Foreign Policy de Estados Unidos también admite en un artículo publicado el 17 de febrero de 2011 que "la actitud del gobierno estadounidense hacia internet todavía está imbuida de problemas y contradicciones".


III. Sobre los derechos económicos, sociales y culturales
EEUU es el país más próspero del mundo, pero la protección de los derechos económicos, sociales y culturales de sus ciudadanos está empeorando considerablemente.
La tasa del desempleo en EEUU siguió siendo notablemente elevada. Entre diciembre de 2007 y octubre de 2010 se perdieron un total de 7,5 millones de empleos en ese país (The New York Times, 19 de noviembre de 2010). Estadísticas dadas a conocer por el Departamento de Trabajo de EEUU el 3 de diciembre de 2010 demuestran que la tasa del desempleo en ese país se disparó al 9,8 por ciento en noviembre de 2010 y que el número de personas en paro era de 15 millones en noviembre, de los cuales el 41,9 por ciento careció de trabajo durante 27 semanas o más (Data.bls.gov). El índice del desempleo en California en enero de 2010 fue del 12,5 por ciento, la cifra más alta de la historia de este estado del oeste de EEUU, ocho de cuyos condados alcanzaron una tasa de desempleo del 20 por ciento (The Los Angeles Times, 11 de marzo de 2010). En octubre de 2010, el índice del paro en el estado de Nueva York fue del 8,3 por ciento, con casi 800.000 desempleados y 527.000 beneficiarios de ayudas por desempleo en todo el estado. La situación del empleo de los discapacitados fue todavía peor. De acuerdo con estadísticas publicadas por el Departamento de Trabajo de EEUU el 25 de agosto de 2010, la tasa media de desempleo entre trabajadores discapacitados fue del 14,5 por ciento en 2009 y cerca de un tercio de este colectivo trabajaba solamente a media jornada. A su vez, la tasa de desempleo de aquellos trabajadores discapacitados con títulos de licenciados o superiores fue del 8,3 por ciento, cifra que superó el 4,5 por ciento de la correspondiente a las personas sanas de su misma categoría (the Wall Street Journal, 26 de agosto de 2010). Desde julio de 2010 el índice del desempleo de discapacitados en EEUU subió al 16,4 por ciento (The Wall Street Journal, 26 de agosto de 2010). En 2009, más de 21.000 personas con discapacidad presentaron quejas ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo por casos de discriminación, los cuales aumentaron en un 10 y un 20 por ciento en comparación con las cifras de 2008 y 2007, respectivamente (The World Journal, 25 de septiembre de 2010).


La proporción de ciudadanos estadounidenses que vivía en la pobreza alcanzó un nivel récord. El 16 de septiembre de 2010 la Oficina del Censo de EEUU informó que un total de 44 millones de ciudadanos de ese país vivían en estado de pobreza en 2009, cifra que supone 4 millones de personas más que en 2008. En 2009, la proporción se incrementó al 14,3 por ciento, la más alta desde 1994 (The New York Times, 17 septiembre de 2010). A su vez, la proporción de estadounidenses que vivían en extrema pobreza aumentó al 6,3 por ciento (The World Journal, el 29 de septiembre de 2010). En 2009 la tasa de pobreza en el estado de Mississippi fue del 23,1 por ciento (www.census.gov), mientras que en Florida había un total de 27 millones de personas que vivían en la pobreza (The Washington Post, 19 de septiembre de 2010). En la ciudad de Nueva York, un total del 18,7 por ciento de la población vivía en la pobreza en 2009, cifra que al año siguiente se incrementó en 45.000 personas (New York Daily News, 29 de septiembre de 2010).


El número de personas que pasaron hambre en EEUU subió bruscamente. Según un informe divulgado por el Departamento de Agricultura de EEUU en noviembre de 2010, un 14,7 por ciento de hogares de ese país no tenía suficientes alimentos en 2009 (www.ers.usda.gov), cifra que representa un incremento de casi el 30 por ciento desde 2006 (The Washington Post, 21 de noviembre de 2010). Cerca de 50 millones de estadounidenses experimentaron una escasez de alimentos mientras que el número de hogares que necesitó ayuda alimentaria de emergencia subió de 3,9 millones en 2007 a 5,6 millones en 2009 (The China Press, 16 de noviembre de 2010). Asimismo, la cantidad de ciudadanos de EEUU que participó en un programa de cupones para alimentos subió de 26 millones en mayo de 2007 a 42 millones en septiembre de 2010, lo cual significa que aproximadamente una de cada ocho personas se benefició de este mecanismo (The Associated Press, 22 de octubre de 2010). En los últimos cuatro años, el 31,6 por ciento de las familias estadounidenses sufrió de periodos de escasez durante por lo menos dos meses (The Globe and Mail, 17 de septiembre de 2010).


El número de personas sin hogar en EEUU subió notablemente. De acuerdo con un informe de USA Today dado a conocer el 16 de junio de 2010, la proporción de familias en centros de acogida para personas sin techo aumentó un 7 por ciento hasta 170.129 familias en comparación con el incremento del año fiscal de 2008 al de 2009. Las familias sin techo también permanecieron más tiempo en los centros de acogida, de una media de 30 días en 2008 a un promedio de 36 en 2009, al tiempo que un total de 800.000 ciudadanos estadounidenses vivían con parientes, amigos o otras personas debido a su situación económica. El número de estudiantes sin hogar en EEUU subió un 41 por ciento en comparación con las cifras de los dos años anteriores, hasta 1 millón (The Washington Post, 23 de septiembre de 2010). En el estado de Nueva Orleans había 12.000 personas sin techo (News Week, 23 de agosto de 2010) y en el condado de Los Ángeles, aproximadamente 254.000 hombres, mujeres y niños carecieron de hogar durante una parte del año. Al día había en un promedio de 82.000 personas sin hogar. Cerca de la mitad de personas sin techo en el condado de Los Ángeles era de origen africano, mientras que un 33 por ciento tenía raíces latinas y un porcentaje muy elevado, del 20 por ciento, estaba formado por veteranos (www.laalmanac.com). Aquellos veteranos estadounidenses que sirvieron en las guerras de Irak y Afganistán podrían perder sus hogares al año y medio de su jubilación, con lo cual un total de 130.000 veteranos jubilados se quedaría sin techo al año (homepost.kpbs.org, citando estadísticas de Iraq and Afghanistan Veterans of America). Según cifras de la Federación de Personas sin Hogar de EEUU, desde 1999 se han perpetrado más de 1.000 delitos violentos contra personas sin techo, que han dejado 291 fallecidos.


La proporción de ciudadanos estadounidenses que carecían de seguro médico se incrementó progresivamente cada año. De acuerdo con un informe de USA Today publicado el 17 de septiembre de 2010, el número de habitantes sin seguro médico subió por noveno año consecutivo de 46,3 millones en 2008 a 50,7 millones en 2009, cifra que representa el 16,7 por ciento de la población total. Cada día perecieron un promedio de 68 personas de menos de 65 años en EEUU debido a la falta de seguro médico. De acuerdo con un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, divulgado en noviembre de 2010, el 22 por ciento de estadounidenses de entre 16 y 64 años de edad carecía de seguro médico (Reuters, 10 de noviembre de 2010). Un informe del Centro para la Investigación de Políticas de Salud de la Universidad de California en los Ángeles, el 24,3 por ciento de adultos de menos de 65 años en ese estado carecía de seguro médico en 2009, cifra que representa un total de 8,2 millones de habitantes, un incremento de 6,4 millones con respecto a 2007. A su vez, la proporción de niños sin seguro médico en California subió del 10,2 por ciento en 2007 al 13,4 por ciento en 2009 (The China Press, 17 de marzo de 2010, citando a Los Ángeles Times).


IV. Sobre la discriminación racial
La discriminación racial es en Estados Unidos un problema enraizado, que ha permeado cada aspecto de la vida social.
Una encuesta de la agencia Associated Press y Univision, hecha pública por la organización noticiosa el 20 de mayo de 2010, permitió descubrir que el 61 por ciento de los entrevistados considera que los hispanos enfrentan una discriminación considerable, en comparación con el 52 por ciento que cree que el fenómeno afecta más a los negros, mientras que el 81 por ciento de los latinos dijo que considera que son ellos los que son discriminados, en ocasiones severamente. El diario The New York Times informó el 28 de octubre de 2010 que más de seis de cada diez latinos residentes en Estados Unidos opinan que la discriminación es "un problema serio" para ellos, cifra que supone un incremento significativo en los últimos tres años.
Las minorías no gozan del mismo estatus político que la gente blanca. La población blanca no hispana de la ciudad de Nueva York equivale al 35 por ciento del total, sin embargo, más del 70 por ciento de los cargos directivos están ocupados por blancos. Desde cuando fue elegido para un tercer período en 2009, el alcalde Michael Bloomberg ha nombrado a tres nuevos vicealcaldes y seis comisionados. Los nueve son blancos. De los 80 funcionarios identificados por la administración Bloomberg como "miembros clave" en su página web, el 79 por ciento son blancos. De las 321 personas que sirven como consejeras al burgomaestre u ostentan una de las tres máximas posiciones en las agencias que le reportan directamente a él (comisionados, subcomisionados y consejeros generales, entre otros), el 78 por ciento son blancas. Y de los 1.114 empleados que deben vivir en la ciudad , bajo una orden ejecutiva, en vista de que son los que ejercen mayor influencia sobre las políticas de la administración y las operaciones del día a día, el 74 por ciento son blancos (The New York Times, 29 de junio de 2010).

Los grupos minoritarios enfrentan la discriminación en sus empleos u ocupaciones. La gente de color es tratada de forma injusta o no es tenida en cuenta a la hora de conceder ascensos o beneficios relacionados con el bienestar, ni tampoco en los procesos de selección laboral. Se ha informado que un tercio de los negros ha sufrido de discriminación en sus lugares de trabajo, si bien sólo una dieciseisava parte del total elevaría una queja formal por ese motivo. El 15 de octubre de 2010, el rotativo The Washington Post informó que 30 bomberos negros se quejaron de discriminación racial sistemática al interior del Departamento de Bomberos y Servicios Médicos de Emergencia del Distrito de Columbia, alegando que los empleados de color estaban sujetos a una aplicación más estricta de las normas disciplinarias, eran promovidos con menor frecuencia y se enfrentaban a un ambiente de trabajo hostil impuesto por los supervisores blancos. Shirley Sherrod, una ciudadana negra que trabajaba para el Departamento de Agricultura, fue despedida luego de que alguien escribiera en un blog, de forma fragmentaria, que 24 años atrás, cuando trabajaba para una agencia sin ánimo de lucro establecida para ayudar a los agricultores de color, ella se había negado a asistir a un granjero blanco.

También se ha informado que el citado departamento llegó a un acuerdo por 1.250 millones de dólares luego de décadas de lucha por parte de granjeros afroamericanos que habían sufrido discriminación cuando habían intentado obtener créditos (The Washington Post, 23 de julio). The New York Times informó el 23 de septiembre del año pasado que para el 30 de septiembre de 2009, los trabajadores musulmanes habían presentado un récord de 803 quejas sobre discriminación laboral, lo que representó un aumento del 20 por ciento con respecto al año anterior.
La tasa de desempleo entre los grupos minoritarios es alta. De acuerdo con el Buró de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en julio de 2010, entre la población con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, 2.987.000 desempleados eran blancos, con una tasa de desempleo del 16,2 por ciento; 992.000 eran negros o afroamericanos, con una tasa de desempleo del 33,4 por ciento, 165.000 eran asiáticos, con una tasa de desempleo del 21,6 por ciento, y 884.000 tenían lazos de sangre hispana, con una tasa de desocupación del 22,1 por ciento (www.bls.gov/news.release/pdf…). Según un informe emitido por el grupo de trabajo de expertos en los pueblos de ascendencia africana del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el 6 de agosto de 2010, el desempleo era un problema muy grave para la comunidad afrodescendiente de los Estados Unidos, con los niveles de desempleo siendo, proporcionalmente, cuatro veces más altos en este grupo poblacional que en la comunidad blanca. En cierto momento se hizo referencia a un caso en el que el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York había incurrido en prácticas discriminatorias contra individuos de descendencia africana que habían tratado de conseguir trabajo como bomberos. De los 11.000 bomberos empleados por el departamento, sólo unos 300 eran afrodescendientes, aún a pesar de que esa comunidad equivale a casi el 27 por ciento de la población de la ciudad (UN document number A/HRC/15/18). En el tercer trimestre de 2010, cerca de una sexta parte de los habitantes negros de Nueva York estaban desempleados, y, alrededor de 140.000 de los 384.000 desocupados que tenía la ciudad eran de color. (The New York Times, 28 de octubre de 2010).


La proporción de pobreza entre las minorías en Estados Unidos también es alta. El Buró del Censo de los Estados Unidos informó en septiembre de 2010 que la proporción de pobreza entre la población negra había sido en 2009 del 25,8 por ciento, en tanto que en las comunidades de origen hispano y asiático fue de 25,3 y 12,5 por ciento, respectivamente, mucho más alta que aquella de los blancos no hispanos, que fue del 9,4 por ciento. El ingreso promedio de las familias negras, de origen hispano y blancas no hispanas fue, en el mismo año, de 32.584, 38.039 y 54.461 dólares, respectivamente (USA Today, 17 de septiembre de 2010, owww.census.gov.newsroom/rele…). Una encuesta dada a conocer el 23 de febrero de 2010 por la Asociación de Personas Retiradas de Estados Unidos, encontró que durante los últimos 12 meses, un tercio (el 33 por ciento) de los afroamericanos con edades iguales o superiores a los 45 años tuvieron problemas para pagar el alquiler o la hipoteca de sus casas, el 44 por ciento los tuvo para pagar por bienes esenciales, como alimentos y servicios públicos, casi uno de cada cuatro (el 23 por ciento) perdió el seguro médico financiado por el empleador, más de tres de cada diez (el 31 por ciento) se vio obligado a reducir el gasto en medicamentos, y una cuarta parte (el 26 por ciento) retiró prematuramente dinero de sus fondos de pensiones para cubrir sus gastos básicos.

Aún en medio del difícil ambiente laboral, el 12 por ciento de los afroamericanos de 65 o más años de edad se reincorporó a la fuerza laboral después de haberse jubilado, mientras el 19 por ciento de aquellos con edades entre los 45 y los 64 años aumentó el número de horas trabajadas y el 12 por ciento consiguió un segundo empleo (The Los Angeles Times, 23 de febrero de 2010). En 2009 había más de 30.000 niños negros viviendo en la pobreza en la capital estadounidense, casi 7.000 más que dos años antes. Entre todos los niños de color residentes en la ciudad, la pobreza se disparó hasta el 43 por ciento, frente al 36 por ciento de 2008. En contraste, la tasa de pobreza para los menores hispanos era del 13 por ciento, y la de los blancos del 3 por ciento (The Washington Post, 29 de septiembre de 2010).

Los grupos minoritarios de Estados Unidos se enfrentan a una obvia situación de desigualdad en materia de educación. Un informe revelado el 30 de noviembre de 2010 por America’s Promise Alliance, Civic Enterprises y el Everyone Graduates Center de la Universidad Johns Hopkins mostró que, en 2008, el 81 por ciento de los estudiantes blancos, el 64 por ciento de los hispanos y el 62 por ciento de los afroamericanos se graduaron de la escuela secundaria (The World Journal, 2 de diciembre de 2010) Para 2008, entre los hombres blancos de entre 55 y 64 años, la tasa de finalización de estudios era del 43 por ciento, frente a un 19 por ciento de los hispanos. Entre los hombres blancos con edades entre los 25 y los 34 años, la tasa era del 39 por ciento, comparada con una del 14 por ciento para los hispanos (The Washington Post, 20 de octubre de 2010).

En la ciudad de Nueva York, el número de adultos blancos con un título de maestría era tres veces más elevado que el de los hispanos. De acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad del Estado de Sacramento, sólo el 22 por ciento de los estudiantes latinos y el 26 por ciento de los afroamericanos completaron dos años de estudios superiores, en comparación con el 37 por ciento de los estudiantes blancos. De acuerdo con un reporte entregado por el Departamento de Educación del Estado de Nueva York en enero de 2010, 6.207, o el 4,7 por ciento de un total de 130.837 incidentes disciplinarios reportados en las escuelas públicas de la ciudad durante el año escolar 2008-09, estuvieron relacionados con prejuicios de género, raza/color, identidad de género, expresión de género u orientación sexual (The China Press, 18 de enero de 2010).

El diario USA Today informó el 14 de octubre de 2010 que a los jóvenes afroamericanos les fueron aplicadas dos y hasta tres veces más suspensiones que a sus compañeros blancos. En el Distrito Escolar Christina, en Delaware, en un año escolar reciente, el 71 por ciento de los estudiantes negros de sexo masculino fueron suspendidos, frente a un 22 por ciento de sus compañeros blancos. Los estudiantes afroamericanos sin limitaciones físicas o sicológicas tenían tres veces más probabilidades de ser expulsados que sus compañeros blancos. Al mismo tiempo, los estudiantes afroamericanos con algún tipo de disabilidad tenían el doble o más de posibilidades de ser separados temporal o definitivamente de sus escuelas que los blancos (USA Today, 8 de marzo de 2010).

La situación del cuidado de la salud para los afroamericanos en Estados Unidos también es preocupante. Diferentes estudios han demostrado que cerca de un tercio de las familias de minoría étnica en ese país carecen de seguro de salud. Asimismo, la expectativa de vida es más baja y la tasa de mortalidad infantil más alta que el promedio (BBC, la posición social y económica de las minorías). La tasa de mortalidad de los infantes afroamericanos es entre dos y tres veces más elevada que la de los blancos. Los niños afroamericanos representan el 71 por ciento de todos los casos pediátricos de VIH/SIDA. Las mujeres y los hombres afroamericanos tienen, respectivamente, 17 y siete veces más probabilidades de contraer el VIH/SIDA que los blancos, y el doble de posibilidades de verse afectados por el cáncer.

La discriminación racial es también evidente en aspectos como la garantía del cumplimiento de las leyes y el funcionamiento del sistema judicial. Se ha informado que en 2009, los afroamericanos y los latinos tenían nueve veces más posibilidades de ser requeridos por la policía para ser registrados. En el cálculo total de la población carcelaria estadounidense, los afroamericanos representaban el 41 por ciento. Al mismo tiempo, la tasa de afroamericanos cumpliendo cadena perpetua era casi 11 veces más alta que la de blancos. Los hombres de ascendencia africana que abandonaron sus estudios tenían un 66 por ciento de posibilidades de terminar en la cárcel o ser procesados por el sistema de justicia criminal (UN dcoument A/HRC/15/18). Según informes de prensa, el 85 por ciento de la gente que ha sido abordada por la policía en las calles de Nueva York para ser cacheada durante los últimos seis años han sido negros o latinos (The Washington Post, 4 de noviembre de 2010).

De acuerdo con un reporte de la Escuela de Derecho de la Universidad del Estado de Michigan, entre los 159 presos a la espera de ser ejecutados en Carolina del Norte, 86 eran negros, 61 blancos y 12 de otros grupos étnicos. Durante los procesos penales de los 159 casos de pena capital, el número de ciudadanos negros retirados de los jurados por los fiscales fue más del doble que el de los de otros grupos étnicos. Con base en estadísticas del Departamento de Policía de Chicago, la proporción de gente de color siendo los criminales o las víctimas en todos los casos de asesinato es la más alta, con 76,3 y 77,6 por ciento, respectivamente (portal.chicagopolice.org). El Reporte de Homicidios de Los Angeles Times (Homicide Report of the Los Angeles Times) incluyó un total de 2.329 homicidios en el condado de Los Angeles entre el 1 de enero de 2007 y el 14 de noviembre de 2010, en los que las víctimas fueron 1.600 latinos y 997 negros (projects.latimes.com/homicide/map/).

Los crímenes por discriminación racial son frecuentes. El FBI dijo en un informe anual que de un total de 6.604 de estos crímenes cometidos en Estados Unidos en 2009, alrededor de 4.000 fueron motivados por el origen racial de la víctima, y casi 1.600 lo fueron por sus creencias religiosas. En total, cerca de 8.300 personas perdieron la vida en crímenes motivados por el rencor en 2009. Alrededor de tres cuartas partes de las víctimas de los crímenes motivados por el origen racial eran afroamericanos, en tanto que los judíos aportaron el mismo porcentaje de víctimas en los crímenes cuya motivación fue la orientación religiosa. Dos tercios de los 6.225 autores conocidos de todos los crímenes por rencor cometidos en Estados Unidos eran blancos (AFP, 22 de noviembre de 2010).

Los derechos e intereses de los inmigrantes no son garantizados. En abril de 2010, los legisladores del Senado de Arizona aprobaron un proyecto de ley para atacar la inmigración ilegal. La ley exige a las fuerzas de policía estatal y local determinar el estatus de la gente si existe una "sospecha razonable" de que son inmigrantes ilegales, así como arrestar a las personas que por cualquier razón no presenten documentación que los acredite como residentes legales (The Los Angeles Times, 13 de abril de 2010). Otra ley propuesta en ese mismo estado, y apoyada por los republicanos, busca denegar los certificados de nacimiento a los niños que lleguen al mundo en territorio estadounidense y cuyos padres sean inmigrantes ilegales (CNN U.S., 15 de junio de 2010). Un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU, especializados en inmigrantes, racismo, minorías, indígenas, educación y derechos culturales, expresó "seria preocupación" con respecto a las leyes promulgadas por Arizona, diciendo que "se ha establecido un inquietante patrón de actividad legislativa hostil hacia las minorías étnicas y los inmigrantes".

La ley de inmigración de Arizona autoriza a los oficiales locales a arrestar a una persona sin necesidad de tener una orden judicial. Además, convierte en delito el hecho de estar en Estados Unidos ilegalmente, y apunta de forma específica a las personas que se emplean por días, con lo que también convierte en delito el que una persona indocumentada busque trabajo y el que alguien emplee o trate de contratar a un inmigrante indocumentado. La ley podría llevar a la detención e interrogatorio de personas partiendo de la base de sus características étnicas más obvias. En Arizona, las personas cuya apariencia indique que son de origen latinoamericano o indígena están en alto riesgo de que se les aplique la ley.

El periódico Atlanta Journal-Constitution informó el 19 de noviembre de 2010 que un numeroso grupo de organizaciones de derechos humanos se estaba preparando para llevar a cabo una vigilia en el sur del estado de Georgia con el objetivo de manifestar su apoyo a un grupo de supuestos inmigrantes ilegales detenidos en una prisión del condado de Lumpkin. Para el 17 de septiembre, el penal contaba con una población de 1.890 reclusos. Por entonces, los procesos legales de las personas mantenidas en este presidio llevaban un atraso de 63 días en promedio. En lo que respecta a las personas privadas de la libertad por estar de forma ilegal en el país, el Relator Especial sobre los derechos humanos de los inmigrantes dijo, en un informe al Consejo de Derechos Humanos en abril de 2010, haber recibido informes de cautivos a los que, de forma intencional y maliciosa, les son negados tratamientos médicos adecuados, a lo cuales tienen derecho de acuerdo con la ley, mientras están bajo custodia de las autoridades nacionales. El Relator Especial observó durante sus misiones por el país que los trabajadores inmigrantes ilegales con frecuencia no tienen un techo, o viven en espacios abarrotados de gente que no cuentan con las debidas condiciones de seguridad ni de salubridad (UN document number A/HRC/14/30).


V. Sobre los derechos de las mujeres y los niños
La situación de los derechos de las mujeres y los niños en Estados Unidos es preocupante.
La discriminación contra las mujeres está muy extendida en este país. El periódico Daily Mail informó el 11 de agosto de 2010 de que el 90 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de discriminación sexual en su lugar de trabajo. Sólo el 3 por ciento de los directores ejecutivos incluidos en la lista "Fortune 500", elaborada por la revista del mismo nombre, son mujeres. Un informe publicado el 22 de marzo de 2010 por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias muestra que las mujeres sólo obtienen el 17 por ciento de los doctorados en computación y ciencias informáticas y el 33 por ciento de los títulos de doctorado en biología y ciencias agrícolas y medioambientales (The New York Times, 22 de marzo de 2010).

A menudo, las mujeres perciben sueldos más bajos que los hombres a pesar de realizar el mismo trabajo. El Washington Post publicó el 17 de septiembre de 2010 que la brecha salarial sólo se ha reducido en 18 céntimos de dólar en las últimas cinco décadas. El informe del censo difundido el 16 de septiembre muestra que las mujeres trabajadoras reciben sólo 77 céntimos por cada dólar percibido por los hombres. El New York Times publicó el 26 de abril de 2010 que la cadena de supermercados Wal-Mart fue acusada de pagarles menos a sus empleadas que a sus compañeros de trabajo, concederles subidas de sueldo menos cuantiosas y ofrecerles menos oportunidades de ascenso. Éste ha sido considerado el mayor caso de discriminación sexual en el trabajo en la historia de Estados Unidos.

Las demandas hacían hincapié en el hecho de que las mujeres representan el 65 por ciento de los empleados por horas de Wal-Mart pero sólo ocupan el 33 por ciento de los cargos ejecutivos de la empresa (The New York Times, 26 de abril de 2010).


En Estados Unidos, las mujeres son a menudo víctimas de acoso sexual y violencia de género. Según estadísticas difundidas en octubre de 2010 por el Instituto Nacional de Justicia, alrededor de 20 millones de mujeres del país son víctimas de violación (www.justice.gov/opa/pr/2010/…). Además, casi de 60.000 presas son víctimas de agresión sexual o violencia. Una quinta parte de las estudiantes universitarias son agredidas sexualmente y el 60 por ciento de los casos de violación en campus universitarios ocurren en los dormitorios femeninos (World Journal, 26 de agosto de 2010). Según un informe publicado en agosto por Human Rights Watch, un total de 50 de las personas que han pasado por los centros de detención de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos han sido víctimas de supuestas agresiones sexuales desde 2003. La mayoría de las víctimas eran mujeres y algunos de los supuestos agresores, entre ellos los guardias de las prisiones, no han sido enjuiciados. En uno de los casos, un guardia de un centro de detención de Texas se hizo pasar por médico y agredió sexualmente a cinco mujeres en la enfermería (World Journal, 26 de agosto de 2010). Según datos del Ministerio de Defensa citados por el periódico The Times en su edición del 8 de marzo de 2010, casi 3.000 mujeres soldado fueron agredidas sexualmente en el año fiscal 2008, con un incremento interanual del 9 por ciento. Prácticamente un tercio de ellas fueron víctimas de violación o agresión mientras se encontraban de servicio.


Las mujeres estadounidenses también son víctimas de la violencia doméstica. Alrededor de 1,3 millones de personas son agredidas por sus parejas cada año y el 92 por ciento de las víctimas son mujeres. Una de cada cuatro mujeres se convierte en víctima de la violencia doméstica en algún momento de su vida. Tres mujeres estadounidenses mueren cada día a manos de su actual pareja o de un ex compañero sentimental (CNN, 21 de octubre de 2010). En 2008, la policía de la ciudad de Nueva York recibió más de 230.000 denuncias relacionadas con casos de violencia doméstica, lo que equivale a 600 casos al día (China Press. Edición del este de Estados Unidos, 3 de abril de 2010). En el 34,6 por ciento de los asesinatos de mujeres ocurridos en 2009 en los que se conoce la relación de la víctima con el agresor, el homicida fue la pareja o el marido (www.fbi.gov). En el condado de Santa Clara (California), la policía recibe más de 4.500 llamadas relacionadas con la violencia doméstica cada año y más de 700 mujeres y niños se ven obligados a vivir en centros de acogida para escapar de sus agresores (World Journal, 15 de octubre de 2010; China Press, 9 de octubre de 2010).

El derecho a la salud de las mujeres no está suficientemente protegido en Estados Unidos. Según Amnistía Internacional, más de dos mujeres mueren cada año a causa de complicaciones durante el embarazo y el parto. En las últimas dos décadas, las mujeres de origen africano han tenido casi cuatro veces más probabilidades de morir de complicaciones relacionadas con el embarazo que las mujeres blancas, mientras que la tasa para las mujeres de origen indígena es de 3,6 veces, la de las mujeres de origen africano es 2,6 y la de las mujeres latinas se sitúa en 2,5 (A/HRC/14/NGO/13).

En Estados Unidos, los niños viven en la pobreza. En su edición del 21 de noviembre de 2010, el Washington Post informó de que según el Departamento de Agricultura, prácticamente uno de cada cuatro niños se enfrenta al hambre. Más del 60 por ciento de los maestros de las escuelas públicas identifican el hambre como uno de los problemas de las aulas. Prácticamente el mismo porcentaje compra comida para sus alumnos (The Washington Post, 21 de noviembre de 2010). Según las estadísticas difundidas el 16 de septiembre de 2010 por el Buró del Censo de Estados Unidos, la tasa de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en el 20,7 por ciento en 2009, cifra superior a la del año anterior en 1,7 puntos porcentuales (www.census.gov). La tasa de pobreza entre los niños de origen africano que viven en Washington es del 43 por ciento (The Washington Post, 29 de septiembre de 2010) y alrededor de 2,7 millones de niños de California pertenecen a familias con pocos recursos económicos. El porcentaje de niños pobres que viven en seis condados de la Bahía de San Francisco ha pasado del 15 al 16 por ciento. Las estadísticas muestran que al menos 17 millones de niños en Estados Unidos vivían en hogares sin seguridad alimentaria en 2009 (World Journal, 8 de mayo de 2010).

En Estados Unidos, los niños también son víctimas de la violencia. Las cifras publicadas en la página web oficial de "Love Our Children USA" muestran que más de tres millones de niños son supuestamente víctimas de violencia cada año. La organización señala que la cifra real es tres veces mayor. Casi 1,8 millones de niños son secuestrados y prácticamente 600.000 viven en centros de acogida. Los agresores sexuales se ponen en contacto cada día con uno de cada siete niños y adolescentes estadounidenses a través de internet. Además, uno de cada cuatro niños es amenazado por sus compañeros de clase y el 43 por ciento de los adolescentes y el 97 por ciento de los estudiantes de primaria son víctimas de acoso en la red. Nueve de cada diez estudiantes homosexuales, bisexuales o transexuales sufren acoso en el centro escolar. Hasta 160.000 estudiantes pueden llegar a quedarse en casa un día cualquiera por temor a ser agredidos o amenazados en el colegio (www.loveourchildrenusa.org).

El Washington Post informó el 17 de octubre de 2010 de que el 17 por ciento de los estudiantes estadounidenses aseguran haber sido acosados o amenazados dos o tres veces al mes o más en un sólo trimestre. Los casos de intimidación son especialmente frecuentes durante el tercer año de la escuela primaria. Al menos el 25 por ciento de los estudiantes de este curso son víctimas de acoso escolar dos, tres o más veces al mes. Según un informe del Relator Especial sobre el Derecho a la Educación de la ONU, 20 estados y cientos de distritos escolares de Estados Unidos todavía permiten algún tipo de castigo físico en los centros educativos y los estudiantes con discapacidades físicas o mentales tienen más probabilidades de sufrir este tipo de castigos (A/HRC/14/25/ADD.1).


En Estados Unidos tampoco está garantizada la salud física y mental de los niños. Más de 93.000 menores están encarcelados y entre el 75 y el 93 por ciento de los niños han pasado por al menos una experiencia traumática, entre ellas abusos sexuales o abandono (The Washington Post, 9 de julio de 2010). Según un informe elaborado por el Grupo de Estudio de Muertes Infantiles del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York, la tasa de muertes provocadas por lesiones entre los niños de edades comprendidas entre uno y 12 años de edad entre 2001 y 2008 fue de 8,9 por cada 100.000. La cifra para la ciudad de Nueva York fue de 4,2 muertes por cada 100.000 (China Press, 3 de julio de 2010). Un total de 13 niños y jóvenes han muerto en un centro para niños con un alto grado de discapacidad de Chicago desde el año 2000 debido a una atención inadecuada (Chicago Tribune, 10 de octubre de 2010). De acuerdo con un estudio publicado el 14 de octubre de 2010 en la Revista de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, alrededor de la mitad de los estadounidenses de entre 13 y 19 años de edad presentan síntomas de desorden mental.

El 51 por ciento de los niños y el 49 por ciento de las niñas de esas edades padecen trastornos relacionados con el estado de ánimo, la conducta, la ansiedad o el consumo de drogas. En el 22,2 por ciento de los casos, el trastorno es tan grave que les impide llevar a cabo sus actividades diarias (World Journal, 15 de octubre de 2010). El contenido pornográfico difundido a través de las páginas web de Estados Unidos tiene efectos muy negativos en los niños. Las estadísticas muestran que siete de cada diez menores han accedido a pornografía en internet de manera accidental y uno de cada tres lo ha hecho intencionadamente. Aunque la edad media a la que los niños entran en contacto con este tipo de contenidos es de 11 años, algunos empiezan a ver pornografía a los ocho años de edad (The Washington Times, 16 de junio de 2010). De acuerdo con un informe encargado por la Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes y la Preñez No Planificada, el 20 por ciento de adolescentes estadounidenses ha enviado por correo electrónico o colgado en la red imágenes o vídeos de ellos mismos desnudos o semidesnudos (www.co.jefferson.co.us/da/da…). Además, adolescentes estadounidenses han establecido por lo menos 500 salas de chat al desnudo con ánimos de lucro, que mostraban miles de imágenes de desnudos.

Última actualización el Jueves, 14 de Abril de 2011 02:25
 
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