La iglesia católica mexicana sugiere que las parejas homosexuales desean adoptar menores para abusar de ellos Imprimir
Viernes, 22 de Enero de 2010 03:28

AG Magazine

La presión contra la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo recientemente aprobada en México Distrito Federal se intensifica, cada vez con argumentos más agraviantes.

Si el derechista Partido de Acción Nacional alude a las “burlas” que tendrían que soportar los hijos de familias homoparentales, ahora es la iglesia católica la que acusa a las parejas homosexuales de querer adoptar menores “con el perverso propósito de usarlos para pornografía infantil, abuso sexual, prostitución, etcétera”.

En un ejercicio de cinismo sin límites, la iglesia llega a defender su “autoridad” para oponerse argumentando la “vergonzosa y dolorosa experiencia” que han supuesto los casos de pederastia entre sus sacerdotes.

Las gravísimas afirmaciones se vierten en un listado de 11 puntos publicado en “Desde la fe”, semanario de la Archidiócesis de México,  los cuales publica el diario La Jornada. La iglesia mexicana rechaza, eso sí, que promueva la homofobia, ya que no reprueba a las personas homosexuales, sino que lo que reprueba es que no sean castas y sostengan relaciones sexuales entre ellas.

Respecto a la adopción homoparental, el texto sostiene que “por bien intencionados que fueran unos ‘papás’ homosexuales, su solo estilo de vida afectará de muchas maneras al niño. Si dice: ‘de grande quiero ser como mi papá’, ¿a qué se referirá?, ¿a usar falda, maquillarse, invitar a otros hombres a dormir con él? (…) Por otra parte, no se puede dejar de mencionar la grave posibilidad de que una pareja de homosexuales desee adoptar niños con el perverso propósito de usarlos para pornografía infantil, abuso sexual, prostitución, etcétera”.

El texto afirma que “la Iglesia ha tenido esa vergonzosa y dolorosa experiencia –que ha reconocido, por la que ha pedido perdón y tomado medidas para corregirla y evitarla–, por lo que tiene autoridad para alertar del peligro que corren los niños que se desarrollan en un ambiente de homosexualidad”.

Otro de los puntos clásicos del argumentario homófobo que sostiene para oponerse a la nueva legislación es que sólo la unión entre un hombre y una mujer “está abierta a la vida y asegura la continuación de la especie. La unión homosexual es estéril, y si fuera la única pronto conduciría a la extinción de la humanidad”.