Salta: Pese a las amenazas de grupos católicos se ha casado la primera pareja de mujeres Imprimir
Domingo, 15 de Agosto de 2010 22:33

EMOCIONADASMIRTA (IZQUIERDA) Y ANA (DERECHA), DURANTE LA CEREMONIA EN LA QUE QUEDARON LEGALMENTE UNIDAS EN MATRIMONIO.

Prensa local/ Insurrectasypunto

A semanas de la sanción de la nueva ley y después agresiones y hostilidades debidas a la intolerancia de grupos religiosos, se ha celebrado finalmente en el Registro Civil de Salta el primer matrimonio entre dos personas del mismo sexo.

El Tribuno / Salta

Fue tal vez la ceremonia que más expectativas despertó en los últimos años en Salta. Fue, seguramente, el matrimonio que más siguieron la prensa y la opinión pública local. Sin embargo, fue una boda más, pero entre personas del mismo sexo.

Ana y Mirta dieron el sí ayer y se convirtieron en la primera pareja homosexual en unirse en matrimonio en Salta. 

Desde varios minutos antes de las 13, la hora prevista para el casamiento, decenas de familiares de las contrayentes, activistas por la igualdad, curiosos y medios de comunicación locales y del interior se apostaron en las inmediaciones del Registro Civil para captar un hecho histórico en la provincia.
A la hora indicada comenzó la ceremonia, que estuvo presidida por la jueza de paz Betty Abrate. 

En el recinto, colmado, la emoción invadió a los presentes en el momento en que la funcionaria selló la unión con la frase “Los declaro unidos en legítimo matrimonio”, tal cual lo establece la ley. 

La frase fue coronada con los vítores de los asistentes y el aplauso generalizado, acompañado del grito “igualdad, igualdad”. 

La enorme cantidad de personas en el lugar volvió caótico el resto de las actividades, lo que fastidió a las flamantes esposas, quienes venían reclamando por el asedio de la prensa y las amenazas de grupos religiosos radicalizados.

Pese a la resistencia con la prensa, Ana Montiel señaló que “en este momento lo único que siento es alegría, le quiero dar las gracias a la Policía, a la gente que está acá, a los que nos están apoyando y gracias por el operativo que se hizo por nosotras”.

“Estar enamorados es hermoso, sentimos mucha alegría por haber alcanzado la justicia y la igualdad”, sentenció.

Mirta Anze destacó: “Empezamos algo nuevo, por la igualdad para todos y por el amor.

Afortunadamente, no se cumplieron las amenazas con que nos venían intimidando”.

Antes de la ceremonia, la llegada de colegas canillitas de las mujeres arrancó las primeras lágrimas a Ana, quien les agradeció la presencia y el apoyo: “Gracias por venir, ustedes son nuestra familia”, dijo.

La jueza de paz manifestó que “éste fue un casamiento como todos y estamos haciendo cumplir la ley”.

Noticias Iruyá

A pocas semanas de la sanción de la nueva ley y después de no pocas tensiones debidas a la intolerancia de ciertos grupos, se ha celebrado finalmente ayer en el Registro Civil de Salta el primer matrimonio entre dos personas del mismo sexo.

El acto fue presidido por la jueza de paz señora Betty Abrate y fue seguido con gran expectación por numerosas personas que se congregaron en la oficina pública para presenciar en directo lo que consideran que fue un hecho histórico.

Además de la presencia de curiosos y de periodistas (igualmente curiosos) fue notable la presencia policial en las inmediaciones del recinto en donde se llevó a cabo la ceremonia, después de que las contrayentes hubiesen recibido amenazas por parte de algunos grupos fundamentalistas religiosos.

El momento de máxima emoción fue cuando la oficial celebrante pronunción la frase "los declaro unidos en legítimo matrimonio", que si bien es la que señala la ley, no está exenta -según algunos- de cierto matiz sexista, ya que en el caso de las mujeres era más elegante decir "las declaro unidas en legítimo matrimonio".

Las señoras Mirta y Ana, cuyos apellidos y demás datos personales circularon profusamente por los medios de comunicación, aun a sabiendas de que esta difusión ponía en peligro la integridad de las futuras contrayentes, pudieron así formalizar una relación de más de 15 años.

Una de las novias agradeció la presencia de la policía, aunque aclaró que la pareja no había solicitado que se dispusiera ningún dispositivo de seguridad.

Al final, tanto la celebrante como las contrayentes destacaron la normalidad del acto y que no se hubieran registrado incidentes de ningún tipo.

 

 

Última actualización el Lunes, 16 de Agosto de 2010 03:31