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La alcaldesa del distrito bogotano de Chapinero, Blanca Durán, celebró este domingo la unión civil con su novia, Catalina Villa, en un hecho que la funcionaria describió como un paso más hacia el reconocimiento pleno del matrimonio homosexual en Colombia.

Vestidas de blanco y luciendo coronas de flores, Durán y Villa firmaron ante un notario la escritura pública que certifica su “unión marital de hecho”, una figura reconocida legalmente en el país que permite afiliar a la pareja al sistema de salud y jubilación, pero que le impide adoptar niños y limita las herencias, entre otros asuntos.

“Estamos muy nerviosas pero hemos dado un gran paso”, dijo la alcaldesa, una ingeniera industrial de 39 años, al ingresar a un restaurante del norte capitalino con Villa, antropóloga de 29 años y, como ella, gran luchadora por los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero).

Tras firmar la escritura pública, Durán y Villa, quienes conviven desde hace dos años, se reunieron con unos 130 familiares y amigos en un ritual celta en el restaurante del distrito de Usaquén, localizado al norte de Chapinero, donde los asistentes las saludaron con aplausos y lanzándoles pétalos de flores, mientras se disponían a compartir un pastel decorado con un corazón.

“Con este ritual estamos expresando nuestro amor y compromiso ante la gente que nos quiere”, señaló la alcaldesa, la primera funcionaria pública colombiana en celebrar una unión civil homosexual.

La unión se produjo cuando la Corte Constitucional examina una demanda interpuesta el año pasado por un ciudadano que pide retirar del código civil colombiano la expresión que considera al matrimonio como la unión de un “hombre y una mujer”, lo que, a su juicio, discrimina a los homosexuales.

La iglesia católica, otras confesiones religiosas y sectores conservadores de la sociedad colombiana se oponen a que se denomine “matrimonio” a la unión entre personas del mismo sexo y que estas puedan adoptar niños.