A la Santa Iglesia Católica Apostólica romana del patrón de $hile Imprimir
Lunes, 26 de Julio de 2010 00:17

Victoria Aldunate Morales para Insurrectasypunto

No hay bicentenario, Sólo 500 años de Impunidad. El Genocidio nunca cesó, sentado a la "Mesa de Todos", hace su señal de la cruz devorando el rostro de mi hermana.

A la Santa Iglesia Católica Apostólica romana del patrón de $hile

No hay bicentenario

Sólo 500 años de impunidad

 

La Santa Inquisición reaparece vestida de novia

Blanca, se limpia el tizne de las fauces

sostiene un ramito…

Su matrimonio la contrata de buena esclava

para triturar los cuerpos del fondo del mar

y solapar suplicios.


Borrando los rastros del daño con las cenizas

alimenta sus hogueras

No pide perdón, no quiere,

no se le da la gana a la soberbia

Sólo eleva una oración despiadada

contra el demonio de nuestro dolor


La buena esclava, es santa… siempre…

Por eso perdona por nosotras a los que nos abusan

Quiere lavar nuestro imperdón con su desidia
y limpiar nuestras heridas con su mierda

La buena esclava no es india, ni mestiza,

No es negra, ni monja, ni blanca

Nació de la cabeza de su padre, el invasor


En el nombre del patriarca y del patrón

da sus bendiciones

Con el oro de la nueva Moneda repleta sus arcas

A la sonrisa del culpable le da la paz del señor…

Confiesa su pedófila Historia ensoñándose con los ojos de un niño…

10 padres nuestros, 10 avemarías

…La absolución endulza su piadosa familia


A más de 5 siglos

se hinca ante las cámaras de tortura que exportó

Alza la cruz con la mirada incrustada en el cielo de los patriarcas

Y santifica la espada del golpe a la esperanza maltrecha

Cuelga a las impías que osaron la revolución

Entrega nuestras denuncias

a los monstruos que entrenó para matar

Y se regocija desde lo alto de sus catedrales
con el olor a carne chamuscada de las herejes

El Genocidio nunca cesó

sigue crucificando a mujeres que bailan solas

Se apropió de las cicatrices de las vivas

Se enterró en las heridas mustias de los muertos

Logró una nueva voz con el silencio condenado de las desaparecidas

Y hoy, sentado a la Mesa de Todos
hace su señal de la cruz

devorando el rostro de mi hermana.

Victoria Aldunate Morales

http://www.feministautonoma.blogspot.com/