Buenos Aires. Brutal agrasión callejera a la compañera trans Julietx Calderón Imprimir
Sábado, 22 de Febrero de 2014 21:09

Insurrectasypunto


La vida de lxs compas trans es una permanente exposición exponencial a la violencia y al maltrato. Luego de ser golpeada con brutalidad por tres agresores, debió soportar el maltrato policial.

Nuestra solidaridad con la compañera Julietx Calderón! Basta de crímenes de odio. Vamos a difundir lo que ha sucedido, te invitamos a que lo hagas también.

Su relato de los hechos:

Para los machos que me pegaron

21 de febrero de 2014

Jueves 20, 22:45hs, volvía por Av. La Plata a casa esperando llegar para cenar. A media cuadra, los boludos del bar “Códigos” me tiran la de todos los días, pero esta vez me volví. Cuestioné la agresión y solo recibí insultos de todo tipo, patadas y trompadas de 3 tipos, aproximadamente de 40 años, uno de ellos con su esposa, la cual pedía que dejen de pegarme.

Luego de la golpiza, le pido al dueño del bar que llame al 911, pero lamentablemente me echó y me pidió que me dejara de joder. Escapando de la situación, les aviso que iba a denunciar esta violencia y ellos respondieron con risas. Mi celular sin batería, pido prestado un cel y logro llamar al 911. 1 siglo después llega un móvil de gendarmería.

Hasta que pude convencer a los gendarmes sobre el hecho, uno de los agresores se fue. Mientras tanto, el gendarme dudando de mi denuncia, decía que si no tenía testigxs no podía denunciar y, por ejemplo, al pedirle que por lo menos identifique a los agresores, me respondió si quería ponerme su traje e ir a preguntarles yo. Entre otras cosas, permitió que los agresores vuelvan a acercarse y volver a agredirme. Luego me comunicaron que debía llegar el SAME para verificar si estaba golpeada y recién ahí podía ir a denunciar. 1 siglo después llega el SAME y me lleva al hospital.

Luego de checkear lesiones, voy a la comisaría para denunciar. Cuando ingreso, prácticamente me negaban la denuncia, aludiendo a que la otra parte iba a denunciarme por lo mismo, y por lo tanto, el comisario ya tenía todo resuelto: “Esto es lesiones en riña”, me respondió. Riña? No mi amor, me cagaron a palos tres tipos, de qué riña me hablás? No obstante, le comento sobre la risa que 3 tipos robustos de 40 años podrían llegar a causar en una comisaría, denunciando a una chica de 21 por lesiones. El comisario respondió que no me sorprenda, ya que recibían muchos casos de “violencia de género” de mujeres a hombres, tal cual lo dijo. Sin embargo, insinuó que mi caso no se trataba de violencia de género. O sea, a su entender la violencia de género se da en hombres y en mujeres, si sos trava no.

Luego de estas terribles declaraciones, se retira hablando por teléfono y cuando vuelve me dice que me había solucionado todo y que al otro día debía llevarle una torta porque: ME IBA A TOMAR LA DENUNCIA e imputar de oficio a los agresores. Así que le tengo que llevar una torta por garantizar mis derechos. Luego procedo a declarar y a notificarme de algunas cosas. En este momento, gendarmería trae a los agresores a la comisaría y uno de ellos VINO EN SU AUTO SIN PATENTE. Terminé los trámites y me fui.

Hoy luego de hacer trámites que me indicaron en la comisaría, me llaman porque se habían olvidado de notificarme sobre el servicio de asistencia a las víctimas de violencia de la Corte Suprema. El juzgado se los recordó, gran detalle.

Supuestamente 2 de los agresores pasaron la noche en comisaría y ahora continuaremos con las actuaciones correspondientes.

En este sentido, quiero expresar mi tristeza, mi bronca, mi miedo, mi humillación, mi vergüenza frente a la violencia, frente a la discriminación, frente a la omisión, frente al obrar defectuoso de las fuerzas de seguridad, frente al sistema revictimizador y estigmatizador de la mujer, frente a la falta de control sobre estos temas y frente a la falta de contención por parte de las instituciones públicas.

Esto no es casual, por supuesto, esto es machismo, esto es falta de políticas antidiscriminatorias, esto es falta de políticas contra la violencia y es odio hacia las personas trans. Cada violencia y humillación obtenida durante toda la noche, es producto principalmente de la discriminación por identidad y/o expresión de género. La desconfianza y el desconocimiento del amparo de la Ley de Violencia de Género hacia las mujeres trans son increíbles.

Ahora estoy asustada, enojada, no quiero salir y encima me persigo con que los agresores van a aparecer por cualquier lado y me van a golpear otra vez. El trauma que me queda hoy, no es solo por la agresión, es también por todo lo que vino después.

No pienso permitir que ningún hombre más me insulte o golpee, no pienso permitir que violen mis derechos y no pienso dejar de enfrentarme a lo que sea para que esto no vuelva a suceder.

Hoy reclamo aplicación integral de la Ley de Violencia de Género, capacitación a todo el personal de las fuerzas armadas en derechos humanos, género y diversidad y campañas reales de concientización sobre la violencia y la discriminación.

Reclamo caminar en libertad y sin ser golpeada. Reclamo no ser discriminada, reclamo no ser revictimizada ni estigmatizada. Reclamo por verdad, por justicia y por ni una piba más.

Quiero agradecer a Sol Rodriguez, la primera que cayó justo en la pelea con el gendarme, si ella no caía no sé qué hubiese pasado. Casualmente me vio desde su auto y se acercó a contenerme y apoyarme. A Ro Sureda, Fla Massenzio, Loly Rachid, Magui Sosa, Mir Maguicha, Clau Cano, Sole Linale, Nur Barrios, Bren Perez y a María Rachid por estar incondicionalmente protegiéndome y ayudándome a hacer justicia. Gracias también a todxs lxs compañerxs que se preocuparon, enviaron sus cariños y saludos. Sin ustedes, sigo tirada en la esquina. Volveré y seré más fuerte, gracias a todo el amor que me dan.

 

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Última actualización el Sábado, 22 de Febrero de 2014 21:48