El ‘no’ de Suiza a los minaretes causa conmoción en Europa Imprimir
Miércoles, 02 de Diciembre de 2009 01:49

Manifestantes contrarios a la prohibición, el domingo en Zúrich. Foto: 	reuters / arnd wiegmann

elperiodico.com

El Gobierno francés se declara «escandalizado» por la «intolerancia».  Los ultras sacan pecho «contra la ideología filoislámica» y piden más referendos.

La prohibición de construir minaretes aprobada en referendo en Suiza el domingo no ha dejado indiferente a nadie. Es más, ha tenido efectos sísmicos en el debate siempre vivo del encaje del islam en Europa. Frente al coro de voces alarmadas por la discriminación de los musulmanes y el auge del populismo a lomos del miedo, la ultraderecha se frota las manos y reclama referendos a la suiza en varios países.

El voto de los suizos ha sido recibido con especial preocupación en Francia, donde viven unos 4 millones de musulmanes y las mezquitas se extienden a menudo acompañadas de polémica. El ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, rompió el habitual respeto diplomático por las consultas populares de otros países declarándose «escandalizado» por el rechazo a los minaretes, a su juicio «intolerante» y «opresivo» para el islam. Sin embargo, otros miembros del Gobierno y de la mayoría conservadora se mostraron menos beligerantes, informa Elianne Ros.

«SEÑAL NEGATIVA» / Aun manteniendo más las formas, la presidencia sueca de la UE no dejó de calificar ayer el referendo de «señal negativa». También para la relatora de la ONU sobre libertad religiosa, Asma Jahangir, la prohibición constituye «una discriminación evidente». El Vaticano expresó su apoyo a los obispos suizos, que lamentaron «un duro golpe a la libertad de religión».
Populistas y ultras de toda Europa, en cambio, salieron en tromba. «El buen sentido se ha impuesto a lo políticamente correcto», dijo satisfecho Filip Dewinter, líder del Vlaams Belang flamenco. En Dinamarca, Francia y Holanda, sus correligionarios reclamaron referendos, mientras en Italia dirigentes de la Liga Norte jaleaban el «triunfo contra la ideología filoislámica» y aprovechaban para proponer la inclusión de una cruz en la bandera nacional.

SILENCIO OFICIAL MUSULMÁN / Una oleada de indignación se adueñó del mundo musulmán, aunque sus gobiernos guardaron silencio. Solo el ministro de Cultura turco, Ertugrul Gunay, denunció la «violación de la libertad de culto». Pero además de sus efectos en la convivencia, el consternado Gobierno suizo teme las consecuencias económicas de la polémica. Así, la ministra de Exteriores, Michèle Calmy-Rey, recibió ayer a los embajadores de países musulmanes en Berna para «explicarles» el resultado del referendo y «reforzar el diálogo».
Mientras, el imán de la mezquita de Ginebra –una de las cuatro del país con minarete–, Yusef Ibram, llamaba a la calma: «Los musulmanes del mundo deben respetar esta decisión, aun sin aceptarla. Si no, nosotros seremos las primeras víctimas». Los expertos, por su parte, ven un falso debate. «El problema en Europa es que se sabe distinguir entre judíos y extremistas judíos, cristianos e integristas cristianos, pero con el islam no se diferencia a practicantes de fundamentalistas», dice la socióloga francesa Dounia Bouzar.

Última actualización el Miércoles, 02 de Diciembre de 2009 02:21