Oriol sabata / LibreRed

Los funcionarios españoles realizaron una huelga este martes en distintas ciudades del Estado en rechazo a las medidas de recorte salarial impulsadas por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 

A pesar de que el ejecutivo quiso restarle importancia a la huelga, los funcionarios salieron a la calle en todo el país para repudiar el duro plan de austeridad anunciado por el gabinete de Zapatero.

A este paro, al que estaban llamados unos 2,6 millones de empleados del sector público, podría seguirle una huelga general, que los sindicatos no descartan si el gobierno aprueba en breve una reforma laboral sin acuerdo con los trabajadores y aplaudida por los empresarios.

Según el gobierno, el paro fue seguido por el 11,85% de los trabajadores sin contar los sectores de salud y educación, que dependen de los gobiernos regionales. Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) dijeron que el seguimiento fue del 75% .

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, acusó al gobierno de “maquillar” estos datos.

Los funcionarios protestaron por la disminución de sus salarios a partir de este mes de una media del 5% y la congelación en 2011, decidida en mayo por el gobierno.

“Los recortes son “injustos (…) porque aquellos a los que se pretende aplacar cada día piden más”, denunció el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que tachó de “vergüenza” que los gobernantes europeos estén “acorralados por el pánico que provocan” los mercados y propuso medidas contra el fraude fiscal.

Los funcionarios se manifestaron en todo el país bajo el lema “8 de junio, huelga del sector público, No al recorte del gasto público, movilízate”.

En Madrid, 60.000 personas con banderas rojas partieron a media tarde de la céntrica plaza Cibeles hacia la puerta del Sol en una marcha bajo la lluvia.

Los recortes “se deberían haber aplicado a quien ha generado la crisis, a las entidades financieras, a los que más tienen”, dijo Miguel Angel Escolano, de 47 años, mecánico ferroviario que perderá 900 euros de los 30.000 anuales que gana.

“Si lo pienso me pongo a llorar”, dice la profesora Ana García Lago, de 40 años, con tres hijos y su marido en paro.

En Barcelona, unas 70.000 personas salieron a la calle para mostrar su rechazo frente a estas medidas. La marcha comenzó en Plaza Universidad a las doce del mediodía y finalizó en Plaza Sant Jaume, donde se llevó a cabo la lectura de un manifiesto.

Los asistentes recorrieron las céntricas calles de la ciudad a grito de “manos arriba, esto es un atraco” o “que la crisis la paguen los ricos”.

En Valencia, Sevilla y Pamplona se han secundado también multitudinarias manifestaciones que han sacado a miles de funcionarios y pensionistas a las calles. 

Este recorte forma parte de un paquete adoptado por Zapatero, presionado por sus socios de la Eurozona y por los mercados, para reducir el alto déficit público, que fue del 11,2% el año pasado, disminuyendo los gastos públicos en 15.000 millones de euros este año y el próximo.

La huelga puede ser el preludio de un paro general con que los sindicatos amenazan si el ejecutivo socialista adopta la reforma del mercado laboral sin llegar a un acuerdo con sindicatos y empresarios.

Si esta reforma es “lesiva para los intereses de los trabajadores, habrá una huelga general (…) masiva”, advirtió Toxo.

Zapatero anunció la semana pasada que el gobierno aprobará la reforma el 16 de junio aunque no haya consenso.

La reforma laboral, recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pretende fomentar el empleo con un modelo de contrato que incluya una indemnización por despido más barata, en un momento en que el desempleo supera el 20% de la población activa.

El plan de austeridad incluye además la congelación de las pensiones de jubilación, la supresión del “cheque bebé” de 2.500 euros y la rebaja de la ayuda al desarrollo, entre otras.

Este ajuste tiene lugar en un momento en que la economía sale tímidamente de la recesión en la que se sumió a finales de 2008, a ritmo más lento que sus socios europeos. En el primer trimestre del año el producto interior bruto (PIB) creció un 0,1%.

La huelga sucede además a un pedido de los países de la Eurozona de más reformas a medio plazo, especialmente “en el mercado laboral y en el sistema de pensiones” en 2011.

Vídeo sobre la manifestación de Barcelona