Didier Gondola: "La trata de negros desarrolló las sociedades occidentales y hundió a África en el subdesarrollo" Imprimir
Domingo, 03 de Mayo de 2009 23:33

 

Freddy Mulumba Kabuayi Le Potentiel / Traducido para Rebelión por Caty R.

Entrevista con el escritor y profesor Didier Gondola *. Exploración de las causas de la esclavitud y trata de negros; sus fundamentos políticos y socioeconómicos.

¿Cómo explica las causas de la esclavitud y la trata de negros?

La trata de negros, que empezó en el siglo XV y de la que África fue la víctima, procede de varias causas al mismo tiempo económicas, políticas, históricas y geográficas. En realidad, África ha sido víctima del capitalismo occidental que se desplegó a partir del siglo XV. Hay que tener en cuenta, y muchas personas no lo saben, que los europeos no vinieron a África para reducir a los africanos a la esclavitud. ¡No era su objetivo! En aquella época, África interesaba muy poco a los europeos. Éstos vinieron a África buscando una ruta para llegar a Asia. El interés de los europeos era Asia, que siempre fue un granero para Europa. Europa lo ha recibido todo de Asia. Sin Asia, Europa no se habría desarrollado como lo hizo a partir del siglo XIV. Cuando los europeos buscaban una vía para llegar a Oriente, a las Indias, y por lo tanto a Asia, ¡encontraron África! Un vasto continente que rebosa recursos. Es a partir de entonces cuando se desarrolló, poco a poco, la idea de que África se podría utilizar como una reserva de mano de obra, una mano de obra esclava. Se han escrito muchas obras sobre las causas de la esclavitud. Hay una en particular que ha relacionado la esclavitud con el descubrimiento de la caña de azúcar por los europeos.

Se considera que el azúcar es «la madre de la esclavitud», ¿por qué?

Porque en el siglo XIV, cuando los europeos empezaron a cultivar la caña de azúcar, necesitaban mucha mano de obra. La caña de azúcar es una planta que no sólo hay que cultivar. Después hay que molerla, refinarla… etcétera. Y esto requiere mucha mano de obra. Para cultivar una hectárea de azúcar hace falta una persona a tiempo total. Para mil hectáreas, un plantador necesitaba 1.000 esclavos. De hecho, África sirvió como campo de ensayo para las plantaciones de azúcar que se desarrollaron después en Cuba o Brasil. Esto empezó en la isla de Santo Tomé. En cuanto a las causas, son numerosas. Las principales son simplemente económicas: los europeos querían dinero y resultaba práctico que los africanos no estuvieran demasiado lejos de Europa ni de las Américas. Otra razón fundamental es que en África ya existía la esclavitud. Los europeos no reinventaron la rueda, en África se practicaba este sistema desde hacía mucho tiempo.

Bien, esas son las causas económicas. Pero, ¿cómo explica que sólo se esclavizara a los negros cuando también había indios, chinos y otros?

Porque, aunque los europeos estaban en América, los indios resistieron, y por eso los diezmaron ¿Comprende? Así pues, la esclavitud de los negros se desarrolló en el Nuevo Mundo, es decir, en las Américas y el Caribe «descubiertos» por los europeos. Inicialmente, los europeos no utilizaron sólo a los negros. Es más, al principio no utilizaron a los negros. En primer lugar recurrieron a los indios americanos como esclavos. Pero es muy difícil someter a la esclavitud a alguien en su medio, en su propio territorio. Los indios conocían las plantaciones, la geografía del terreno, el medio, y por lo tanto podían huir con más facilidad. Esa población autóctona resultó diezmada por las enfermedades introducidas por los europeos, especialmente el sarampión, la gripe, etcétera. Y, por supuesto, por la brutalidad legendaria de los blancos.

Esto no quiere decir que los indios muriesen debido a su resistencia a la esclavitud. Los indios de América sufrieron uno de los primeros holocaustos de la era moderna. Por lo tanto, ese fue el primer grupo que utilizaron los europeos en el siglo XVI. Después del fracaso, recurrieron a otros europeos procedentes de las clases trabajadoras y campesinas que aceptaban trabajar con un contrato de servidumbre de cinco a siete años. Llegaron de Inglaterra, Francia, España, etcétera. Los enviaron a Cuba, Brasil, Luisiana, Haití o Virginia. El sistema creado de esa manera no podía perdurar porque «la oferta» era limitada con respecto una demanda creciente. Sin contar con que una vez que llegaban al Nuevo Mundo, esos «esclavos» blancos empezaban a rebelarse. El tercer grupo es el de los africanos. En principio no hay una correlación entre esclavitud y negritud. El término esclavo en sí mismo, especialmente en inglés, significa «eslavo». Cuando se hablaba de «eslavos», se trataba de poblaciones blancas que vivían, por ejemplo, en Checoslovaquia o Yugoslavia. Los eslavos eran pueblos que iban de Asia hacia los Balcanes, en torno a los siglos VI y VII, y fueron reducidos a la esclavitud por los europeos. Por lo tanto, cuando se oye la palabra esclavo es erróneo pensar directamente en un negro.

Hay un autor afroestadounidense, John Hopkins, que ha publicado una obra, De la esclavitud a la libertad, que demuestra con claridad que los africanos se dejaron dominar o vender porque no existía una revolución espiritual en África. Los africanos siguen aferrados a sus fetiches y otros cultos ancestrales. ¿Por eso los europeos encontraron un terreno propicio para la esclavitud?

Es una opinión interesante. Pero es una opinión que también tiene sus límites. Como sabe, desde el cambio al siglo XXI, ya estamos de acuerdo en que la esclavitud es un crimen contra la humanidad. Por lo tanto, planteo la siguiente cuestión: «Cuando alguien somete a otro ser humano a la esclavitud, trata a esa persona como a una bestia de carga, como a una máquina, ¿usted cree que esa persona posee una espiritualidad superior a la de su víctima?» ¿Quién es superior espiritualmente, la víctima o el verdugo, el esclavo o el amo? Es una cuestión filosófica que debemos plantearnos. No creo que los europeos de los siglos XVI y XVII fuesen espiritualmente superiores a los africanos. Su tecnología sí, pero no su espíritu. Los africanos fueron víctimas de la rapacidad de los mercaderes y los príncipes europeos quieres sí eran, forzosamente, espiritualmente inferiores.

No se ve que los africanos se resistieran contra la esclavitud como los demás, como en el caso de los indios americanos. Los europeos también fueron a China y a la India y tuvieron que plegarse ante la resistencia de esos pueblos, porque esas importantes civilizaciones tuvieron grandes maestros gracias a los cuales tomaron conciencia de su existencia.

Creo que ésa también es una idea errónea que se ha dado de África. Los africanos se resistieron ferozmente a la esclavitud. El término «África» se inventó en el siglo XVI y hasta el siglo XIX África no existía para los africanos. Sus habitantes no tenían conciencia de vivir en un continente homogéneo. Alguien que vivía en el bajo Congo o en cualquier otra parte, Chad, Benin, no se consideraba africano. África es un continente muy grande, enorme. Es un continente que triplica la superficie de Estados Unidos o de Europa. Nunca ha sido homogéneo. Dicho de otra forma, no existe una identidad común. Los «africanos» se agrupaban en diferentes colectivos étnicos cada uno con su lengua, su religión y sus costumbres. Sus formas de ver el mundo, sus intereses políticos y económicos, a veces eran contrarios. Los africanos no pudieron resistir tanto como los demás pueblos porque en África no había grandes formaciones, como en la India y en China. En China estaba el Imperio Ming, que estaba bien estructurado y tenía una historia muy profunda en la época. Es una civilización que podía resistir fácilmente a Europa. África estaba balcanizada, fragmentada en pequeños grupos, en pequeñas comunidades. Ésta es la gran diferencia entre Asia y África.

Cuando se consultan ciertas obras, vemos que el Islam y el cristianismo tienen una explicación para la trata de negros. Consideraban que los negros eran seres inferiores, y muy a menudo recurrían a la imagen de Caín para explicarlo. ¿Debido a esas imágenes apareció el racismo? ¿Eso puede explicar la trata de negros?

Bueno, es como hablar del huevo y la gallina. ¿Qué fue antes? Es lo mismo con el racismo y la esclavitud. ¿Qué fue primero? ¿Los europeos tuvieron de entrada una idea negativa de los negros que legitimó y justificó la esclavitud? O por el contrario, ¿fue la esclavitud la que engendró el racismo? Creo que es más acertada la segunda opción. Porque antes de la trata de negros, si observa la pintura de la Edad Media, la forma en que pintaban los europeos a los negros, los africanos aparecen totalmente como seres humanos. En realidad, no existe un racismo a ese nivel en los siglos XII y XIII. El racismo se creó porque en los siglos XVI y XVII Europa vivió una paradoja: una nación cristiana, con los valores cristianos, convertida en esclavista. Los europeos se habían dado cuenta de que podían acumular un capital inmenso a expensas de los negros. Por lo tanto, aparecía una contradicción. Era necesario deshumanizar a los negros, tratarlos como «infrahumanos», objetos, animales, malditos, hijos de satanás, para justificar el gran negocio. Así, el racismo es un producto de la trata de esclavos.

Existen muchas obras que acusan a los blancos. No hay que olvidar la responsabilidad de los negros. Si tomamos el caso de la RDC, el pueblo Tshokve hacía el trabajo para los árabes, que no vinieron a África. Nosotros estamos en el océano Atlántico. En el Índico se habla de Tippo-Tip (1). ¿Cómo explica que esos jefes llegasen a vender a sus hombres?

¡Es una buena pregunta! Una cuestión realmente profunda. Existe el mito de que los africanos se vendían entre ellos, que vendían a sus hermanos y hermanas. Eso es un mito, ¿por qué? Porque como ya dije, el Congo no existía. Un Muteke que vendía a un Muhumbu como esclavo no le consideraba su hermano. Lo mismo en Nigeria, por ejemplo, cuando un Haoussa vendía a un Ibo. En primer lugar, los Haoussa eran musulmanes y los Ibo tenían tradiciones y costumbres muy diferentes. El color de la piel negra es un invento terrible. Los blancos no son blancos. Los negros no son negros. Cuando los africanos vieron desembarcar a los blancos no se unieron necesariamente contra ellos. Incluso en la historia europea también se sometía a europeos a la esclavitud. Los ingleses esclavizaron a los irlandeses. ¿Se podría decir que los ingleses y los irlandeses son hermanos? Los franceses y los ingleses lucharon en la «Guerra de los Cien Años». No eran hermanos, eran pueblos diferentes. Franceses, ingleses y españoles son diferentes. ¿Por qué se reconoce esto en Europa, un pequeño continente, y no en África, un continente inmenso?

Ahora, la cuestión es por qué ese sistema de la trata de negros ha podido perdurar durante cuatro siglos. Mi opinión es que ha durado tanto tiempo por la complicidad de los propios africanos. La complicidad de los jefes. La complicidad de la élite africana maravillada por los productos que traían los europeos. Productos como los espejos, el alcohol, los textiles, la pólvora, las baratijas, etcétera. El problema de la élite africana, por no hablar únicamente de la RDC, es simplemente que se trata de una élite que se vende, que se deja corromper por los extranjeros. El problema no es más que ése, una élite que se deja corromper por muy poco, por casi nada, por migajas.

¿En la actualidad sigue existiendo esa herencia?

Sí, hay una continuidad. Vendimos a las personas válidas, fuertes y que podrían contribuir al desarrollo de nuestra sociedad. ¿Qué recibimos a cambio? Espejos, pólvora, fusiles obsoletos que ya no se usan en Europa. Y el alcohol. ¿Esas cosas desarrollan una sociedad? ¡En absoluto! En cambio, con la mano de obra que nosotros proporcionamos, los europeos se desarrollaron. Europa se convirtió en una potencia mundial. La trata de negros ha desarrollado las sociedades occidentales y ha hundido a África en el subdesarrollo. ¿Por qué? Porque la élite africana monopolizó los ingresos generados por la trata. Actualmente hay una continuidad. Se venden los recursos del suelo y el subsuelo para recibir a cambio lo que se llaman en Kinshasa artículos «Guandzhou», que están destruyendo la industria de esta sociedad, la iniciativa privada, las pequeñas empresas del Congo. Recibimos todo lo que se llama «gangas de Europa», que en realidad son los deshechos generados por el capitalismo a ultranza. ¡No se puede desarrollar la RDC con las gangas de Europa!

Hay que decir, hablando de la historia de la esclavitud, como lo explica usted actualmente, que cuando los africanos reclaman una indemnización se habla de que murieron entre 100 y 200 millones de personas de las que se llevaron a América, pero ante dicha reclamación los europeos y los americanos no quieren saber nada del asunto. Entonces, ¿se podría decir que la vida de un negro no vale nada? ¿Por qué no se quiere indemnizar a los negros como han hecho los europeos con los judíos?
El punto de vista de muchos europeos es que existía la complicidad de los propios negros. Usted mismo ha dicho que los árabes y los europeos utilizaban a los africanos para «cazar» esclavos en el interior. De hecho, la presencia europea durante la época de la trata se limitaba a las costas. Las enfermedades tropicales hacían casi imposibles sus excursiones al interior. Así, los europeos dejaban esa tarea a los africanos, el trabajo de capturar a las personas y llevarlas a las costas. Desde el punto de vista filosófico, los europeos tienen un argumento que no se puede desechar fácilmente.

El argumento es: «ustedes fueron cómplices de la trata de negros. No lo hicimos solos, fuimos sus socios». Y la trata árabe, entonces, ¿significa que los árabes también tienen que reparar? ¿Y la trata hacia el océano Índico? Pienso que es necesario superar la postura del victimismo y explorar otras vías para salir de la profunda crisis que afecta a las sociedades africanas. Y además, ¿cómo reclamar reparaciones por los crímenes cometidos hace cuatro siglos mientras los mismos verdugos continúan constriñendo a África ante nuestros propios ojos con la complicidad, una vez más, de la élite africana? Ante todo, es imprescindible romper el ciclo de la dominación.

Un análisis somero demuestra que los árabes usaron la trata de negros con fines sociales y no económicos. Si un esclavo se convertía al Islam podía conseguir la libertad. No existía una equivalencia en el lado atlántico, donde, aunque se convirtieran al cristianismo, los esclavos negros seguían reducidos a bestias de carga. Por eso se pide que se indemnice a los negros como se ha hecho con las demás víctimas.

No sé si es juicioso comparar el genocidio judío, denominado comúnmente «Holocausto» de la Segunda Guerra Mundial, con la trata de negros. Puesto que el objetivo de la trata no era erradicar la raza negra. El objetivo de los esclavistas era utilizar a los esclavos negros como mano de obra. La prueba es la presencia masiva de descendientes de aquellos esclavos en América, Brasil, Canadá o en las islas del Caribe. Dichas islas, que antes de la trata de negros estaban pobladas mayoritariamente por indios, actualmente son repúblicas negras. Es el caso de Cuba, Haití, Jamaica, etcétera. Creo que el objetivo no era erradicar. No fue un genocidio. Es legítimo que los pueblos africanos reclamen reparaciones, pero no puedo imaginar a los europeos colaborando en un trabajo de memoria que rechazan. Para ellos, es impensable indemnizar a los descendientes de las víctimas, ya que los propios africanos participaron activamente en la trata.

Eso es porque el africano utiliza la historia cuando se habla de la esclavitud y de la trata de negros. La impresión es que los occidentales no quieren saberlo. Pero los propios africanos tampoco conocen su historia. Se nota que se intenta mantener a África en la ignorancia para explotarla mejor.

¡Totalmente! Pienso que la trata de negros no acabó. La trata se sustituyó por un sistema que se denominó colonización y que también era un sistema nefasto para África. Después, tras la colonización, el período que vivimos en la actualidad, es un período de subdesarrollo también pernicioso para África. No creo que la idea fundamental de la trata de negros, que es la explotación de los recursos humanos, mineros y agrícolas de África por Occidente, sea cosa del pasado. Se sigue explotando a África bajo diversas variantes que recuerdan la trata. Realmente hay una continuidad desde el período de la trata de negros hasta ahora, la época neocolonial. Los africanos siguen peleando para que cese el sistema, los mecanismos de explotación establecidos desde hace mucho tiempo. ¡Ésa es la condición sine qua non para que África se libere de verdad!

Algunos historiadores piensan que cuando llegó la revolución industrial, naturalmente, se necesitaba más mano de obra. Por esta razón se puso fin a la esclavitud. Entonces, ¿no fue la industrialización, los occidentales, quienes habrían puesto fin a la esclavitud?

La trata de negros empezó por razones económicas y acabó por razones económicas. Porque siempre ha habido un sector ético que señalaba que había que frenar eso. Desde los siglos XV y XVI hubo una parte de la población europea, verdaderamente ilustrada, que señaló la deshumanización que caracterizaba la trata. Pero esa voz nunca consiguió hacerse oír porque los beneficios mandan. A principios del siglo XIX, los europeos se dieron cuenta de que el sistema esclavista se había sustituido por la revolución industrial. Por lo tanto, son cálculos económicos, no morales. La prueba es que liberaron a los africanos de la esclavitud y la sustituyeron por «las manos cortadas» de Leopoldo II. ¡Eso era sin duda peor que la esclavitud!

No sólo los europeos, también los africanos y los haitianos, con Toussaint L’Ouverture, lucharon contra la esclavitud. En África también hubo muchas rebeliones, pero se habla poco de eso.

Podría hablarle sin parar de la revolución de Haití. La revolución haitiana es una de las mayores revoluciones de la historia. Una revolución tan importante como la revolución francesa o la americana, y sin embargo desconocida. ¿Por qué no se habla de ella? No se habla porque Toussaint L’Ouverture (el líder de esta revolución), con su ejército de esclavos, derrotó a los ejércitos más poderos de la época. Lo que hizo Toussaint L’Ouverture es increíble. Imagínese, actualmente, que un pequeño grupo de iraquíes aplastase al ejército estadounidense y a los aliados franceses, ingleses, etcétera, que vinieron en su ayuda. Eso es exactamente lo que hizo Toussaint L’Ouverture. Su ejército derrotó sucesivamente al ejército real francés, al ejército español y al del propio Napoleón con más de 50.000 soldados bajo el mando del general Lecrerc, cuñado de Napoleón.

Toussaint L’Ouverture derrotó a todos esos ejércitos. Fue un auténtico líder porque no era simplemente un genio en la conquista del poder, sino también en la organización de su país. Organizó Haití de una manera extraordinaria. Los franceses ocultan esta historia porque un ex esclavo negro derrotó a Napoleón. ¿Por qué? Porque presenta la historia de Francia desde una perspectiva nada gloriosa. Derrotada no sólo por negros, para más escarnio, esclavos negros ¡Qué afrenta! Es una afrenta que los franceses siguen dejando en el olvido de la historia. Es importante que los africanos conozcan esta historia. Una historia realmente gloriosa. También deben saber que la revolución haitiana es el único momento de la historia en el que los esclavos consiguieron su propia liberación y llegaron a ser totalmente independientes de sus amos. Es una gran lección que hay que aprender para el presente.

¿Cómo explica que en la actualidad los negros estadounidenses encuentren sus raíces en África? Da la impresión de que los negros de Estados Unidos están cambiando sus ideas sobre África

Eso demuestra la importancia del aspecto cultural. En EEUU en la actualidad, existe una burguesía negra muy impresionante y exitosa. Ahora hay un presidente negro cuyas raíces están en Kenia. Y los negros que están bien situados en los niveles político, económico y cultural sienten la necesidad de recuperar su identidad. Necesitan su cultura. En el panorama cultural estadounidense los blancos tienen su propia cultura. Los hispanos que llegaron más tarde a Estados Unidos también tienen la suya. La única comunidad en Estados Unidos que tiene un poco ese problema son los negros. Creo que por eso, para fortalecer sus comunidades, se aferran realmente a sus raíces. Y esas raíces son africanas.

¿Cree que en la actualidad se puede acabar con la esclavitud? Cuando vemos lo que pasó en Haití, que es el símbolo de África en América, si África no tenía contactos con el mundo exterior, ¿acaso no fue algo bueno la esclavitud?

África estaba y habría estado en contacto con el mundo exterior de todas formas. La trata de negros no abrió África al mundo exterior. Antes de eso ya existían los contactos. Algunos investigadores sostienen que antes de Cristóbal Colón y su «descubrimiento» de 1492, los malienses ya habían enviado barcos a través del Atlántico entre África y América, especialmente a Brasil. Ya tenían relaciones con el mundo exterior, no tenían que esperar a los europeos para eso.

Además, también existía el comercio «transahariano» que mantenían los habitantes del imperio de Mali o el imperio de Ghana, a través del Sahara, con socios procedentes de Occidente y Oriente Medio. Igual que en el océano Índico. África estaba en contacto con China. La trata de esclavos abrió África al mundo, pero de una forma unilateral. Nos convertimos en las víctimas de dicha apertura. Porque nosotros no pudimos controlar nuestra propia apertura al mundo.

¿Quiere decir que debido a la ausencia de un mundo científico es por lo que África sufrió la trata de negros? ¿En qué sentido?

Cuando vemos la ruta de las caravanas, los africanos permanecen en la actualidad con sus piraguas. No ha cambiado nada.
Es lo que le estoy diciendo. No se puede ir en piragua de Senegal a Brasil. Pero sé que los habitantes de Mali tenían embarcaciones muy sofisticadas que les permitían desafiar a los océanos. Según fuentes árabes, Mansa Bakary II, emperador de Mali, acompañado de un séquito de 20.000 personas en más de dos mil barcos, decidió cruzar el Atlántico en 1312. Pero semejante afirmación se elimina rápidamente por el terrorismo intelectual de la historia «eurocentrista».

Sólo los europeos pueden descubrir, navegar, crear, etcétera. Decir que un africano pudo llegar a América antes que Colón altera las categorías discursivas impuestas por Europa. Eso se convierte casi en un anatema. Y sin embargo, los africanos descubrieron América antes que Colón…

No hay rastros…

Sí los hay. Se han escrito libros al respecto.

Pero no se conocen…

Sí. Por ejemplo, el libro titulado They Came before Columbus (Ellos llegaron antes que Colón), de Ivan Van Sertima. Hay otro investigador que se llama Pathé Diagne, de Senegal, que también escribió sobre esto. Hay fuentes árabes que también hablan de esa conexión que existía entre el imperio de Mali y Brasil y el mundo amerindio.


¿Cuáles son las enseñanzas que los africanos en general y los congoleños en particular pueden sacar de ese período de su historia?

Creo que la lección a sacar es que debemos estar unidos. África ha sido una víctima porque las comunidades están divididas. Si nos unimos, como se dice, la unión hace la fuerza. Cuando nuestros adversarios ven las fracturas, las divisiones, pueden explotarlas fácilmente. Debemos ser nosotros mismos quienes controlemos nuestro propio desarrollo. Por lo tanto no debemos dejar que los demás nos dicten nuestra marcha hacia el desarrollo. Esa es la gran lección que debemos aprender. Es importante que los africanos comprendamos realmente que podemos desarrollarnos para no seguir siendo víctimas, siendo más activos, controlando nuestro propio desarrollo.
 
* El escritor Didier Gondola es profesor asociado de Historia del África Negra y de estudios afroestadounidenses en la Universidad de Indiana, Indianápolis. Autor de varios artículos sobre las migraciones en África central y sobre sus culturas populares, especialmente la moda y la música, ha publicado los siguientes libros: en inglés, History of Congo (Greenwood Press, 2002), y en francés, una historia comparativa entre Brazzaville y Kinshasa titulada Villes Miroirs (l’Harmatan, 1977) y su última obra, Africanisme: La crise d’une illusion (l’Harmatan, octubre 2007)

Nota

(1) Tippo-Tip, cuyo verdadero nombre era Hamed ben Mohamed el Marjebi, fue un famoso mercader de esclavos de Zanzíbar. También fue propietario de una plantación y gobernador de la provincia del Congo. Sucesor de los sultanes de Zanzíbar, dirigió muchas expediciones comerciales en África central y oriental, incluida la esclavitud.

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