False Flag: El supuesto atentado al avión Imprimir
Miércoles, 13 de Enero de 2010 02:31

La Gilada (recopilación)

La CIA y la construcción de una "verdad".

En el escenario mundial hay seis procesos de inevitable desenlace a corto plazo: La resolución social de la crisis económica global (con epicentro en EEUU y Europa), el ataque militar a las usinas iraníes, escalada en Afganistán con ocupación militar de Pakistán, acciones militares contra Sudán, Somalía y Yemen, nuevo conflicto armado en el Cáucaso o en Eurasia (como parte del teatro de la guerra fría EEUU-Rusia) y un ataque "terrorista" (o varios) similar al 11-S en Europa o EEUU. En todos los casos, el "terrorismo" (un arma estratégica de la guerra de Cuarta Generación) va actuar como elemento desencadenante y fusionante de los acontecimientos que se avecinan en el teatro de los conflictos internacionales por la preservación del orden imperial regente.
 
Revisando la prensa internacional en varios idiomas, es unánime la única versión frente al supuesto atentado del cual sería victima los EEUU el 25 de diciembre del 2009, cuyo autor, Umar Faruk Abdulmutallab, nigeriano de 23 años acaba de negar todos los cargos que se le imputaron.
 
Esta versión única del hecho, se explica, desde el punto de vista de los medios de comunicación a que todos los periódicos, utilizaron la misma fuente de información, fundamentalmente tres agencias internacionales de noticias, AFP, EFE, Reuters. La explicación de la versión unánime, es que las tres agencias citadas, y otras agencias, utilizaron la misma fuente; las agencias estadounidenses de inteligencia, fundamentalmente la CIA.
 
Como producida en un laboratorio, la versión del hecho se expandió por todo el mundo, y se impuso como criterio de verdad, sin ninguna crítica, con una sola fuente. Ahora es un hecho dado, sobre el cual, se toman decisiones políticas. Todos hemos aceptado pasivamente, que un atentado se iba a cometer contra los EEUU por parte del difuso “terrorismo internacional”.
 
El montaje del "ataque terrorista" frustrado en un avión en diciembre pasado, el reciclamiento de la amenaza de Al Qaeda en Yemen, las denuncias de Obama y los líderes europeos sobre complots "terroristas islámicos" en marcha, las detenciones masivas de "sospechosos" en EEUU y Europa, son piezas operativas del lanzamiento (y aggiornamiento) de una nueva fase de la "guerra contraterrorista" a escala global.
 
La ocupación militar de Yemen (justificada por la "amenaza de Al Qaeda") resulta de vital importancia para una proyección de control sobre el cuerno de África, la llave del polvorín petrolero islámico que  las corporaciones estadounidenses quieren arrebatar a sus competidores asiáticos, rusos y europeos.
 
 
A quien le sirve este atentado?
 
El atentado, o mejor el supuesto atentado nunca tuvo lugar, es una operación envolvente de la CIA para convencer al presidente Obama, de las bondades de manejar la política internacional con predominio sobre lo militar.
 
En ese sentido, Bin Laden (que no se sabe exactamente si está vivo o muerto) y Al Qaeda son una valiosa carta que la CIA y los servicios estadounidenses y europeos siempre se reservan para resolver cualquier "salida" imperial (económica o militar) que requiera consenso internacional.
 
Bien empleada, la herramienta "terrorismo" (un arma que combina la violencia militar con la Guerra de Cuarta Generación) tiene como objetivo central: Generar una conflicto (o una crisis) para luego aportar la solución más favorable a los intereses del que la emplea.
 
Esto pone como protagonista de primer orden al complejo militar estadounidense, y le quita protagonismo-mando al jefe del Estado, en lo que Obama había llamado, la diplomacia del dialogo entre aliados al servicio de la política internacional de los EEUU. Sobre este principio se basaría supuestamente la era Obama. Con este supuesto atentado, la CIA actualiza un enemigo amorfo, Al Qaeda y envía un mensaje claro al ejecutivo, sobre el hecho de que, una potencia militar como los EEUU no debe, consensuar sus intereses estratégicos con nadie, ni siquiera con Inglaterra. No olvidemos que Al Qaeda es una creación de la CIA para luchar contra la presencia Rusa en Afganistán.
 
Con este hecho, volvemos de lleno a la era Bush, era que tiene una línea de continuidad con el golpe de Estado en Honduras y que se complementa con la decisión de envió de refuerzos a Afganistán y con el nuevo foco de conflicto en Yemen. Se le corta las alas al premio nobel de la paz, el ejecutivo queda preso del complejo militar estadounidense. El predomino de lo militar, sobre lo diplomático para resolver crisis, entierra definitivamente a la ONU y a su consejo de Naciones Unidas. Todas las crisis de ahora en adelante, en época de recesión y crisis financiera del modelo capitalista de producción en los EEUU, se resuelven militarmente, no estamos queriendo decir que no haya sido así antes, estamos diciendo que se legitima aún más, sobre todo, cuando el sionismo de Israel tiene al frente el desafío de Irán.
 
Obama mostró dudas sobre el apoyo a Israel, ante una eventual salida militar a la crisis nuclear con Irán, éste nuevo escenario alinea a Obama en la senda militar para resolver la crisis con Irán. Obama tenía una opción clara, y era la ruptura con cierto equipo de asesores y colaboradores ligados al complejo militar, y a los halcones del pentágono. Ya es tarde para Obama. Con este atentado, el ejecutivo estadounidense empeño su brújula en materia de política internacional.
 
Este atentado, reencaucha el discurso sobre la seguridad y la amenaza terrorista, ya lo anuncio una portavoz del departamento de defensa, “queremos que todos nuestros aliados, tengan acceso a las últimas tecnologías en materia de seguridad”. Los escáneres en los aeropuertos, y todos los sistemas electrónicos de seguridad, tendrán que ser adquiridos por todos los países con tránsito de pasajeros por suelo estadounidense.
 
A eso sumamos, las medidas que restringen la privacidad, que promueven el control social, el video-vigilancia, las intercepciones telefónicas, en últimas, la invasión del control social en toda la vida social y privada, control social que garantiza el statu quo vigente.
 
Y además alimentar un nuevo ciclo expansivo de ganancia para las armamentistas y las petroleras), sirve como argumento para justificar una nueva escalada en Afganistán y un casi anunciado desembarco militar de EEUU en Pakistán, un aliado caótico y desbocado que Washington necesita controlar en función de sus estrategia en Afganistán y en el resto de la región.
 
Obama quedó prisionero del aparato tecno-militar estadounidense, Guantánamo no ha sido cerrada en enero del 2010 como lo prometió, ahora no hay fecha de cierre, se pensaba un cambio frente al infame bloqueo contra el pueblo cubano, nada de eso, Cuba está en la lista de países de promueven el terrorismo.
 
Este escenario es catastrófico para cualquier construcción alternativa en el mundo y especialmente en América Latina, la situación se agravada con las siete bases militares estadounidenses en suelo colombiano.
 
Si aún, sin instalar completamente estas bases, ya se viola el espacio aéreo venezolano, imagínense con todas las bases en pleno funcionamiento.
 
La lacónica frase de Obama frente a la responsabilidad de este supuesto atentado “la falla es mi responsabilidad, tengo la responsabilidad solemne de defender mi país” nos recuerda la lacónica frase de Belisario Betancourt durante los hechos del Palacio de Justicia “yo he estado al frente de los hechos del Palacio, yo soy el único responsable, como comandante en jefe”, cuando en realidad el país estuvo durante los hechos sin presidente constitucional, ya que los militares dieron un golpe de Estado que duro tres dias. Tenemos la impresión que Obama dejo de ser ya, el presidente de los EEUU.
 
Este escenario complejo, pero no difícil a desenredar, impone a los pueblos del mundo la unidad frente al militarismo, frente al fascismo del capitalismo internacional. Unidad de acción, unidad ideológica estratégica y táctica para defender la humanidad. Esta resistencia, sólo la pueden hacer los pueblos del mundo, los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, porque el enemigo es uno sólo.
 
En esta lucha política-militar, no podemos olvidar que es ideológica también, y que en ese sentido, la construcción de una “verdad” coherente con los intereses capitalistas, esta la orden del día, como inventar un supuesto atentado.
 
En el momento que EEUU decida atacar a las usinas nucleares de Teherán, o lanzar operaciones militares en Pakistán, en África o en el Cáucaso, va a necesitar imperiosamente de uno o varios “atentados terroristas reales”  para ablandar la resistencia de los aliados y conseguir consenso internacional para nuevas ocupaciones.
 
Precisamente, esas son las funciones claves que viene cumpliendo el "terrorismo islámico" (como arma de guerra imperial) controlado por la CIA desde el 11-S hasta aquí.