¿Alguien sabe sobre la reciente revolución contra el poder en Islandia? Imprimir
Jueves, 16 de Junio de 2011 21:34

 

edgar rodríguez cimé

La importancia de un periodismo sin censura.

Hasta antes de la irrupción del internet en el universo de las telecomunicaciones, controladas de acuerdo a los intereses políticos, económicos y culturales de los Amos del Mundo, cualquier información en cualquier rincón del planeta que no encajara en su visión era literalmente ignorada y nadie se enteraba de ello.

Con el internet, el periodismo auténtico -cual guerrillero de las telecomunicaciones- participa clandestinamente en la tarea de denunciar injusticias e inequidades propias de este bárbaro sistema capitalista, muestra experiencias desarrolladas entre quienes proponen “un mundo donde quepan muchos mundos”, así como también da a conocer opciones diferentes ante este Monstruo Neoliberal que amenaza con devorarnos.

En este escenario de censura periodística, los Medios Masivos si bien difundieron las revueltas populares en países del Mundo Árabe, como muestras en contra de los tiranos opuestos a las “bondades” de las “democracias occidentales”, en cambio ocultaron todo lo relacionado con “Toda una Revolución contra el Poder” empujada por las masas del pueblo en Islandia, donde la Democracia -como modelo de las aspiraciones libertarias y justicieras en el capitalismo- “está haciendo aguas”.

En 2008, “se nacionaliza el principal banco del país. La moneda se desploma, la bolsa suspende sus actividades especulativas, y el país se declara en bancarrota”. En 2009, “las protestas ciudadanas frente al Parlamento logran convocar a elecciones anticipadas y provocan la dimisión del Primer Ministro y todo su gobierno en bloque”, aunque continúa “la pésima situación económica del país”.

Ante esta crisis, mediante una ley el nuevo gobierno “propone devolver la deuda externa a Gran Bretaña y Holanda: 3,500 millones de euros, cantidad que pagarán todas las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5.5% de interés”, mediante sus impuestos, topes salariales y disminución del gasto social (algún parecido con el Fobaproa mejicano es pura realidad).

En 2010 la gente vuelve a tomar las calles para “someter la ley a referéndum”. Ante la presión popular, “el presidente se niega a ratificarla y anuncia la realización de una Consulta Popular para celebrar el referéndum”, cuyos resultados arrojan un rotundo “No al Pago de la Deuda Externa”, con un 93 % de los votos.

Paralelamente, “el gobierno inicia una investigación para dirimir jurídicamente a los responsables de la crisis: comienzan las detenciones de algunos banqueros y altos ejecutivos” (“igualito que en Estados Unidos y Méjico, con sus correspondientes crisis”). Ante una orden de la Interpol, los banqueros implicados -sin ayuda del Flautista de Hamelín- huyen como ratas.

Entonces, se elige una Asamblea para “redactar una nueva Constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis”. Para esto, se recurre directamente al Pueblo: “25 ciudadanos sin ninguna filiación política, de los 522 que presentaron candidaturas, y cuyo único requisito es ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas”. Esta Asamblea presentó su proyecto de Carta Magna en 2011, a partir de las recomendaciones avaladas en asambleas en todo el país, para ser validada tanto por el actual Parlamento como por el que surja en las próximas elecciones legislativas.

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Colectivo “Felipa Poot Tzuc”